Tendencias cocteleras: Bebidas de moda
“Aperol es una bebida que surgió hace más de 100 años en Italia, tiene un color naranja acerezado muy intenso, que logra un equilibrio mágico entre sus ingredientes”.
No está claro cuándo se preparó el primer coctel de la historia, lo que sí sabemos es que la palabra fue usada por primera vez en los Estados Unidos. Fue en un medio impreso el 13 de mayo de 1806 cuando el editor del diario The Balance and Columbia Repository en Hudson, Nueva York, le contestó a un lector que solicitaba le explicara el significado de la palabra.
Es que este término viene de juntar dos palabras del idioma inglés, cock, que significa gallo, y tail, que es cola en español. O sea, cola de gallo, esta extraña unión confundió al lector del diario. En todo caso, el significado en esa época y que sigue siendo hasta ahora es mezcla de licores, bebidas amargas, agua y azúcar.
La primera mezcla que se consideró un coctel fue el Old Fashioned (Bourbon, azúcar, amargo Angostura, soda y rodaja de naranja) y se inventó a finales del siglo XVIII. Hoy es raro encontrar en un bar a alguien bebiéndolo, tal vez, porque su propio nombre lo dice, está pasado de moda, aunque todo buen barman conoce cómo prepararlo. He tomado algunos muy bien servidos en el Atrium bar del hotel Hilton Colón.
La moda de los cocteles es tan variada, diversa y cambiante como la de la ropa. Claro que hay algunos como el martini, el Manhatan o el gin tonic, que aunque pasen los años siguen tan presentes como la primera vez que los sirvieron. Pero hay otros que teniendo muchos años de historia, de repente se vuelven famosos, como el Aperol Sprits.
Aperol es una bebida que surgió hace más de 100 años en Italia, tiene un color naranja acerezado muy intenso, que logra un equilibrio mágico entre sus ingredientes (naranja amarga, varias hierbas y raíces, entre ellas violeta de genciana, ruibarbo y chinchona, además de cierto dulzor). Se convierte en un Aperol Sprits al verter una parte del licor italiano en una copa balón con hielo, que contiene tres partes de vino espumoso dulce o semidulce, se completa con soda y se decora con una rodaja de naranja.
Este coctel es ligero, refrescante, algo dulce y burbujeante, por eso no extraña que en los bares de la ciudad se haya convertido en uno de los preferidos, especialmente por los jóvenes que ven en él algo glamuroso (por las burbujas). Además, es una bebida amigable por su baja graduación alcohólica de tan solo 12,5%, en comparación con la ginebra o el vodka, que están sobre los 40%.
Otro muy solicitado en los bares y rooftops (terrazas) de la ciudad es el Moscow mule, el cual tampoco es ninguna nueva creación, pues ya fue superpopular en los años 40, cuando lo prepararon por primera vez. Es una refrescante mezcla de vodka, cerveza de jengibre picante (casi siempre reemplazada en nuestro medio, por ser difícil de encontrar, con ginger ale) y jugo de limón. Se debe servir, de acuerdo con la tradición, en una taza o jarra de cobre con mucho hielo y se adorna con una rodaja de limón.
Entre los clásicos de todos los tiempos, el gin tonic ha regresado y con mucha fuerza. Fácilmente se pueden encontrar en los bares de la ciudad gran variedad de buenas ginebras nacionales e importadas, con características distintas que les permiten a los bármanes crear atrevidas mezclas que provocan texturas diferentes y muy agradables sabores. (O)
