La dura del Teatro
En el Festival de Blues al Río me encontré con la “jefa de parqueos” (según ella) en una onda muy a la del blues. Parecía más una cantante de soul o blues que una vil mortal como todos los demás que estuvimos ahí.
¿Ahora estás de jefa de parqueo?
Así es. ¡De seguridad también!
¿Qué onda con tu facha?
Aquí vacilándola. Con este friecito y el Blues al Río da para vestirse de esta manera. Ya que uno no puede vestirse así todos los días…
¿Y por qué no?
Hace mucho calor en la tarde.
¿El sombrero?
¡Es el look que le faltaba a las botas!
Parece que te hubieses ido de paseo a una hacienda por Yunguilla.
¡Claro! Pero por aquí, ¡por el río!
¿Cuántos collares tienes encima?
Uno… dos… ¡tres!
¿Pulseras?
Tres nomás. Pero una con calavera! Para acordarme que mañana puedo morir. ¡Hay que disfrutar hasta el final la vida!
Eso sonó a publicidad de funeraria.
No, es algo positivo. Para saber que estás hecho de polvo y así terminas. Vivir y disfrutar con intensidad cada día de tu vida.
¿Qué haces tú como jefa de sala?
La logística. Me aseguro de que se estén portando bien, que tengan toda la seguridad posible, que el público se divierta y esté tranquilo.
Si me porto mal en la sala, ¿tú me sacas arrastrado de la oreja?
¡También! Por eso tampoco celulares dentro de la sala.
¡Me parece excelente! Soy profesor y no lo permito en clase, pero igual uno que otro lo trae.
¡Es que así tiene que ser! La gente está acostumbrada a tener los teléfonos todo el tiempo, a no dejarlos, con todas las redes sociales que hay; pero deben también acostumbrarse a andar sin él. Disfrutar de una buena obra, de buena música.
¿Una buena clase?
¡También!
De ahora en adelante te llevaré a mis clases para que hagas “batida”.
¡Dale! ¡Me invitas!
¿Qué le parece esta facha?
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