Tormenta
Rosa estudia para ser tripulante de cabina (azafata). Trabaja en el aeropuerto y parece que es parte de su estrategia para ir entrando poco a poco. Dijo ser tímida, pero con el micrófono apagado, ¡sí que habla!
¿Qué onda con tu facha?
Las trenzas me gustan y cambiar cada mes de color. Creo que me veo más chévere que con mi cabello natural.
Tu cabello natural ya de por sí es chévere.
Me gustan los colores fuertes, llamativos.
Me recuerdas a un personaje de X-Men.
¡Tormenta! Sí me dicen mucho eso.
¿Eres tormentosa?
Nooo...
¿Atormentas?
Tampoco.
¿Los jeans?
Está a la moda el jean rasgado.
Pero ese parece que fue atacado por un tigre.
Sí, de hecho está dañado.
No es daño de fábrica, sino orgánico.
¡Nadie se da cuenta! Es que como ya están todos dañados.
¿Para dónde ibas?
Ahora voy a hacer un mandado de mi madre, de ahí a casa.
¿Trabajas para tu mamá o para el aeropuerto?
Trabajo en el aeropuerto, pero en una cooperativa de taxis.
¡Esos taxis son carerísimos! ¡Y no me digas que sí, que después te echan!
Trabajo en la noche ahí.
Ay ay ay.
Y luego en la mañana estudio.
¿A la noche duermes?
Duermo de tres hasta las siete.
¿A la tarde?
También duermo. Ahora voy a dormir, como y luego a dormir.
Tienes horario de policía.
Y dos hijos, es más complicado.
Doble ay ay ay. ¿En serio duermes o es puro cuento?
Sí, pero ya son más grandecitos. Más bien ayudan a que duerma.
¡Qué bendición!
Más aún es tener a mi mamá, ella los cuida.
Tienen dos mamás.
Sí, yo soy más como la hermana.
¿Y tu mamá también se pinta los pelos de colores?
No, ella lo tiene supernatural.
¿Ves que sí hablas? Antes me habías dicho que eras tímida. Entrevístame tú a mí.
Me dices que trabajas para EL UNIVERSO. ¿Qué haces ahí?
Soy el que hace estas entrevistas, para La Revista de los domingos. Entrevisto a la gente que tiene una facha llamativa.
¿Que sean diferentes a los demás?
¡Claro!
Para usted, ¿yo soy interesante?
Por supuesto. Acá le gente se viste muy aburrida.
¡Me alegro! ¿Y cuánto tiempo llevas ahí?
Desde el 2011.
Bastante tiempo. ¿Le gusta?
¡Por supuesto! ¡Dónde más me van a pagar por hablar con gente chévere! (I)
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