El efecto Markle del set televisivo al Palacio Real
La duquesa de Sussex es uno de los personajes más mediáticos en Inglaterra. Sus facetas como actriz, activista y ahora en la familia real han hecho de ella un ícono de estilo.
Además de irradiar talento y carisma, Meghan Markle deja una huella de estilo en cada paso.
En Londres se habla de ‘el efecto Markle’, por el impacto que genera cada vestuario de la duquesa, lo cual provoca a su vez un efecto casi dominó: cualquier prenda o accesorio que usa se agota en pocas horas.
Algo similar ha sucedido con la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, quien forma parte de la familia real desde el 2011. Las marcas de moda, sobre todo inglesas, tratan de ser siempre las protagonistas de las vestimentas escogidas por ambas.
El sello Markle
Desde sus inicios como actriz, Meghan Markle ha estado en el ojo público. Su desenvolvimiento y gusto por la moda han sido parte de su sello, permitiéndole jugar con distintas propuestas.
Aún así, su reconocimiento como ícono de estilo fue reciente cuando su papel en la serie Suits le permitió dar un salto mucho más grande. Todo esto, mientras a su vez editaba un sitio de tendencias y estilo de vida con el cual dio a conocer mucho más a fondo sus elecciones de armario, nutrición y viajes.
Pero si de definir un estilo se trata, hay dos palabras claves que la representaban en ese momento: sexy y moderna.
El uso de vestidos para marcar su silueta, la combinación de shorts y tacones altos, así como también la mezcla de estampas y texturas en cada uno de los looks eran el sello de Meghan, sobre todo en eventos relacionados con su carrera.
Por otro lado, en su faceta de activista también abrazaba un carácter muy relajado y natural, lo cual la dejaba jugar de tanto en tanto con prendas más holgadas, en tonos tierra o neutros.
Su estilo real
Desde el anuncio de su compromiso con el príncipe Harry, claramente Markle tuvo que empezar a perfilar su imagen para ‘encajar’ con el protocolo de la familia real.
Otro tipo de prensas y colores dominaron sus elecciones, acompañado de un cambio de vida por completo desde su mudanza de Canadá (donde grababa la serie Suits) a Londres.
Su agenda al principio le permitía aún incluir su larga cabellera al natural, el uso de carteras muy de tendencia, y los pantalones en casi todo momento.
Sin embargo, luego de su boda en mayo del 2018, en su primera aparición pública su aspecto dio un giro mucho más drástico, apenas se notaba un toque de su anterior imagen. El uso de sombreros (muy tradicionales en Inglaterra para casi todos los eventos), carteras pequeñas y compactas, tonos pasteles en eventos con la familia real, más las reglas protocolares, forman parte de su nuevo estilo de vida.
Para llevar adelante su nueva agenda de eventos, así como la imagen de una ‘royal’, la reina Isabel II de Reino Unido puso a disposición de Meghan una asesora de imagen especializada en imagen y protocolo real.
Duelo de estilos
Cada día en los diarios y revistas de moda londinenses aparecen imágenes de los pasos de Markle, así como también sus elecciones de vestuario. No conforme con ello, también hay una casi enfermiza obsesión por comparar a Meghan Markle con Kate Middleton, tratando de provocar una especie de ‘duelo de estilos’.
Lo cierto es que ambas tienen una imagen que las distingue individualmente y que, en cuanto a moda se refiere, ambas apuestan por su esencia.