En territorios argentinos
La fusión entre moda y cultura se hizo posible en Buenos Aires, en su semana de la moda. El Bafweek se realizó del 25 al 28 de febrero con diseñadores de larga trayectoria, propuestas emergentes y oportunidades de negocio.
Con un recorrido estético por las distintas regiones de Argentina, la Semana de la Moda de Buenos Aires (Bafweek) apuntó a promover a diseñadores que están trabajando con materiales e ideas autóctonas de su cultura.
Se originaron duplas que fusionaron la vanguardia de algunos representantes del diseño argentino, junto con los nuevos talentos de la moda a través de la campaña “Territorios argentinos”. Entre ellos estuvieron Atilio Páez y Vicki Otero, Fernando Martumanian y Juana de Arco, Patricia Marazina y Kostüme, quienes con mecenazgo de la marca cosmética Natura presentaron pasarelas dobles en el recinto de La Rural, sede del evento.
Dentro del calendario de desfiles, que incluyó a marcas masivas como Desiderata, Ay Not Dead, Prüne y Las Pepas, se volvió a dar espacio al proyecto del gobierno de Buenos Aires, La Ciudad de Moda, a cargo del Centro Metropolitano de Diseño (CMD). Esta iniciativa presentó cinco pasarelas emergentes y una en homenaje a Vero Ivaldi, quien se ha consolidado a través de este programa de desarrollo en la industria del diseño.
Oportunidades de difusión, financiamiento y convocatoria internacional son algunos de los grandes beneficios que obtienen los jóvenes diseñadores que se postulan con sus bocetos edición tras edición para participar en La Ciudad de Moda. En algunos casos llegan a presentarse reiteradas veces, por supuesto a través de un concurso con un jurado que define cuáles son las mejores propuestas de diseño, aptas para desfilar en la pasarela más importante del país.
Por ello se espera con ansias la presentación de estas promesas de la moda argentina, que ofrecen nuevas perspectivas en la construcción de prendas y materiales por utilizar. La comercialización a la vez se vuelve un reto al momento de crear colecciones, y con base en ese criterio tratan de ofrecer opciones que puedan trasladarse de la pasarela a la calle.
En el caso de Daniela Sortori, quien se ha presentado tres veces en el Bafweek (dos a través del programa La Ciudad de Moda), ya tuvo la oportunidad de viajar a Nueva York con su marca.
En esta ocasión indicó que busca hacer un llamado de atención social con sus prendas. “La colección es una continuación de lo que presenté en el verano en Nueva York; la idea surge como una especie de homenaje a la tragedia en Bangladés del año pasado, y también para hacer un replanteo sobre lo que es el consumo y los objetos de diseño”, expresó la diseñadora, quien trabajó en piezas de sastrería tanto para hombre como para mujer, basándose en una paleta de neutros y materiales como paños, tejidos de punto y lana.
Otra muestra de crecimiento en el diseño fue la de Andrea Urquizu, quien estuvo en la anterior edición de este programa. Ella se dejó guiar por otro destacado diseñador (Marcelo Giacobbe) para acercarse al CMD. Aunque confiesa que la primera vez que se postuló no fue elegida, persistió hasta que lo logró.
“Una vez que te eligen, se acercan los productores a ver lo que se ha empezado de la colección, ven los materiales, hacen sugerencias y nos guían en cuanto a ideas que puedan funcionar”, indicó Urquizu. A ella también le surgieron un par de propuestas en países como Canadá y Estados Unidos para llevar a mostrar su trabajo. Y de hecho está creando una identidad muy marcada en función de una paleta de colores clásicos como el negro y blanco, el juego de bloques de color y las prendas atemporales dirigidas a una variedad de siluetas.
En cuanto a moda masculina se refiere, Li Torres (Fabián Li y Javier Torres) apostó al armado de prendas con técnicas novedosas. Estos chicos están con su marca desde el 2010 y finalmente decidieron participar este año a través de La Ciudad de Moda. “Para trabajar la colección nos basamos en el código marítimo y tomamos como referencia las velas de los barcos. El pescador es el personaje que narra la historia en la pasarela”, expresó Javier Torres. En el desfile se vieron pantalones con volúmenes y prendas que tenían pliegues con la técnica del origami, y formas similares a las que se ven en los remolinos de agua.
Cosiendo Redes fue otra de las pasarelas promovidas por el CMD, y una de las más emotivas, porque “quienes están detrás de esta producción son personas que han estado en programas de capacitación en el área de confección, moldería y estampado durante dos años, con la intención de insertarse en el mercado laboral textil”, indicó Liliana Crigna, quien dirige este proyecto.
El Bafweek fue la primera presentación pública de su esfuerzo y con expectativas de seguir convocando a más participantes que deseen aprender sobre la industria de la moda desde los talleres.
Para cerrar esa jornada de diseño emergente se presentó Juan Hernández Daels, con una pasarela cargada de prendas ideales para llevar a eventos y fiestas. Jugó un poco con las texturas que iban desde transparencias, brillos y fieltros de cachemir. Este diseñador ha tenido presencia internacional en países como EE.UU., Francia y Japón.
Luego de una jornada de entusiasmo por parte de los jóvenes talentos, el Bafweek continuó con los desfiles de otros reconocidos en el rubro como Amores Trash Couture, que volvió a la pasarela luego de tres temporadas; Cora Groppo, que hizo un homenaje a su trayectoria de diez años; Garza Lobos, que con su innegable talento engalanó la semana más esperada por la moda argentina.