Tradición y tendencia

Scalo 502, marca creada con inspiración en la cultura ancestral maya, es la mejor ecuación de identidad y vanguardia.

Raquel Valladares, de origen guatemalteco, dejó su país a los 15 años con su familia para vivir en Italia, donde estudió Economía y Finanzas. Después se mudó a Londres para continuar con una carrera prometedora en Economía, pero algo la hizo cambiar de rumbo. Pese a sus logros, sentía que aún faltaba algo.

Es así como se mete al diseño de carteras. Esta necesidad de generar un vínculo con sus raíces, sumado a su amor por la moda, la encaminaron a una aventura en el mundo del emprendimiento: Scalo 502. El nombre fusiona claramente lo que ella quiere transmitir en sus diseños: la tradición de la cultura maya y la excelencia de la marroquinería italiana. Scalo (significa “escala” en italiano) y 502 es el código de su amado Guatemala.

“Cada bolso está hecho a mano y es una pieza única. Son productos con alma que requieren meses para ser producidos. Los tejidos son fabricados originalmente como piezas de vestir de las mujeres maya que reflejan su identidad y su cosmovisión”.

Importantes procesos

Cómo se realiza cada diseño es fascinante, porque fusiona el trabajo de una cadena de artesanos en distintas partes del mundo. “Cada tejido está hecho a mano y viene de diferentes pueblos en Guatemala. Algunos son más fríos que otros, así que el grosor de los tejidos y el bordado cambian”. Raquel agrega: “Cuando hacemos una colección tomamos en cuenta el tipo de tejido, que al final es el alma de la marca, y luego la piel”.

La admiración por el trabajo de los artesanos desde épocas ancestrales también la motivó a incluir los tejidos maya. “Cada símbolo tiene un significado en la cosmovisión maya. Ese legado es fascinante. Es importante que el mundo entero sepa más sobre esa cultura y que las tejedoras mayas sean reconocidas. Pero, sobre todo, que las futuras generaciones estén incentivadas a aprender la técnica y no perder la tradición”, indica.

Esa es apenas la primera parte de la producción. Luego los tejidos son enviados a Florencia o a Sevilla, donde se añaden al proceso de marroquinería (manufactura de artículos de piel, como carteras, bolsos, billeteras) que también incluye técnicas artesanales de esos lugares, garantizando un producto de excelente calidad.

Proyección

La marca recientemente celebró su lanzamiento en Londres, con gran proyección a futuro gracias a la aceptación de sus diseños. De hecho se está expandiendo a Asia, en Kuala Lumpur y Baréin. Y en sus planes está explorar nuevas culturas. “En el 2017 nos encantaría sacar una colección mexicana (Scalo 52) y otra ecuatoriana (Scalo 593). Nos haría gran ilusión poder trabajar con tejidos de Otavalo”. (I)

En el 2017 nos encantaría sacar una colección mexicana (Scalo 52) y otra ecuatoriana (Scalo 593). Realmente nos haría gran ilusión poder trabajar con los tejidos hechos en Otavalo”.
Raquel Valladares