Valeria Mazza: Mil y una facetas
El rostro argentino que se destacó en la moda internacional desde los años 90 se mantiene intacto en cuanto a belleza, pero ahora con signos de madurez reflejados no solo en su imagen, sino también en la determinación con la que maneja diversos proyectos.
A la hora de conversar con Valeria Mazza se podría pensar que más allá de su intimidante carrera como modelo profesional y empresaria, su vida estaría totalmente resuelta, pero no es así. Ella indica que está en constantes cambios y muy presente en su rol más importante, que es el de ser madre de cuatro chicos: Balthazar, Tiziano, Benicio y Taína.
Valeria cuenta que a lo largo de su carrera ha sabido aprovechar cada una de las oportunidades que se le presentaron. Es así como actualmente maneja una línea de lentes y cosméticos bajo su nombre, una revista digital, participaciones en campañas de moda y su último reto: un programa universitario para modelos profesionales a cargo de la Universidad de Palermo (Argentina) con ella como directora.
El final de su aparecimiento en las pasarelas fue apenas el cierre de una etapa que más tarde le abrió las puertas a otras oportunidades. Según Valeria, desde el primer día de su trabajo como modelo empezó a plantearse cómo sería su vida una vez que terminara con aquella carrera corta, la cual compara con la de un deportista o bailarín, en la que la edad es un factor en contra.
Su paso por la televisión como conductora de algunos programas tanto para Argentina como para Italia fueron otras alternativas por las que optó a la par de su carrera de modelaje. Y, asimismo, una prueba de que podía desenvolverse a la perfección en otros rubros, por supuesto ligados a la imagen que forjaba. “La verdad, no me di cuenta cuándo fue el último desfile que hice, pero de todas formas alejarme de la pasarela fue cerrar un ciclo, mas no un final a otros desafíos”, cuenta Valeria Mazza.
La rubia de facciones angelicales apuntó desde corta edad a una carrera que parecía crecer sin límites, ya que fue convocada para ser portada de decenas de revistas y participar en desfiles junto con diseñadores como Giorgio Armani, Tommy Hilfiger y Ralph Lauren, sin embargo, el primer cambio abrupto se dio una vez que decidió casarse con Alejandro Gravier, seguido de la llegada de su primer hijo. “Recuerdo cuando tuve a Balthazar, habían pasado apenas cuatro meses y retorné a mi trabajo como si nada, de pronto un día me detuve a pensar qué estaba haciendo y vi que no estaba siendo consciente de aquel gran cambio en mi vida. Fue en ese mismo instante que establecí una rutina para estar más pendiente de mi nueva etapa. Así fue como me incorporé al trabajo en la televisión, que me permitía tener otros horarios mucho más adaptables”.
Sin duda aquello representó un punto de giro y el comienzo de muchas transiciones en la vida de Valeria. Ya que más adelante se mudó con su nueva familia a Europa, durante un año, para mantenerse cerca también de su actividad laboral. Luego volvió por un tiempo a Argentina, donde tuvo a su segundo hijo, y decidió regresar con su familia a Milán, sin embargo, una vez más retornó a su país natal con planes de establecerse definitivamente, lo que se concretó con la llegada de su tercer hijo y con lo cual ya la pareja empezó a abrir la posibilidad de emprender nuevos proyectos laborales relacionados con la imagen de Valeria, pero ejecutables desde su propio país.
La pregunta es ¿cómo llegó a abarcar tantos proyectos sin descuidar su vida familiar? Lo que nos contó Valeria es que el secreto está en armar equipos de trabajo confiables con quienes comparta sus mismos objetivos. La modelo argentina confiesa que le encanta trabajar con mucha gente, y ese carisma precisamente la llevó a encontrar a las personas indicadas para sus desafíos laborales. Desde su línea de lentes y cosméticos hasta la revista digital que dirige precisan de su constante presencia y poder de decisión, y la hacen estar involucrada al 100%, por supuesto, sin descuidar sus compromisos familiares.
“La idea de Valeria Mag surgió con mi sueño de tener una revista y vi que al ser digital me permitiría tener mayor libertad, algo a lo que estoy acostumbrada desde mi trabajo como modelo. De hecho por eso no tuve un programa televisivo fijo, sino pequeñas intervenciones a corto plazo que me permitían mantener flexibilidad en horarios”, indica Valeria, quien ha trabajado este portal web junto con Carla Rodríguez, periodista argentina de moda, a quien conoce desde hace mucho tiempo y con quien además compartió una columna de tendencias en una revista local durante diez años, lo cual le dio la pauta para comprometerse en un proyecto más ambicioso como lo es la revista digital, y más adelante la elaboración de un libro enfocado al asesoramiento de imagen.
Ahora, el nuevo reto que emprendió con la Universidad de Palermo le resulta un completo desafío, el cual disfruta mucho, ya que siempre tuvo amor por la docencia (ella estudió Terapia Ocupacional) y aunque no estará dictando clases, sí dirigirá este nuevo programa académico en el que aportará con su experiencia para ayudar a formar a nuevos modelos de profesión.
Cuando tuve a Balthazar retorné a mi trabajo como si nada (...). Un día me detuve a pensar qué estaba haciendo, ya que no era consciente de aquel gran cambio en mi vida”, Valeria Mazza.
Al mando de su hogar
Este compilado de actividades no interfiere en su vida familiar, asegura nuestra entrevistada. “Tengo mucho apoyo y energía, me gusta lo que hago y le pongo mucha pila. Creo que puedo diversificarme y eso es un don que tenemos las mujeres. Soy muy organizada y eso me permite moverme”. Una de las pocas excepciones fue el día de su entrevista con La Revista, pues llevaba varias horas en reunión con la universidad con la que ahora trabaja y además se dio el tiempo para contestar todas nuestras inquietudes, lo cual no le permitió estar a tiempo para ir a recoger a los niños a la escuela como acostumbra a hacerlo a diario. “Sé que la gente se imagina que tengo todo resuelto, pero no es así, de hecho me preocupo personalmente de atender las cosas en mi casa y ver que todo vaya bien. Pienso en qué se va a comer todos los días, en las compras del supermercado, y te diré que me gusta mucho, creo que tiene que ver con la educación que recibí, sin duda”.
Las actividades cotidianas de su hogar forman parte de su agenda, ya que desde muy chica empezó a involucrarse con ello. “Recuerdo cuando tenía 15 años en mi casa, mi mamá trabajaba y teníamos a alguien que nos ayudaba con los quehaceres. De pronto, un día nos dijo a mí y a mi hermana: ‘Ustedes ya son grandes, somos tres mujeres y nos podemos encargar de todos los quehaceres de la casa, así que no necesitamos más ayuda’. Y así fue como aprendimos a hacer todo, por eso no me imagino estar en casa y no preocuparme de nada”, cuenta entre risas Valeria.
Sobre sus múltiples facetas, asegura que son el resultado de estar todo el tiempo actualizándose e incorporando nuevas metas que le permitan sentirse realizada tanto en su carrera como en su vida. No le molesta en absoluto que hasta la fecha se la siga reconociendo como una modelo, ya que gracias a ello alcanzó el reconocimiento y se le presentaron diversas oportunidades, a las cuales no siempre dijo “sí” pero a las que les dio cabida le dejaron gran satisfacción. “Me gusta decir que trabajo de ‘Valeria Mazza’ porque si yo no hubiera logrado trabajar como modelo, no estaría aquí a mis 42 años aún trabajando con mi imagen, junto con marcas que se asocian conmigo y que me eligen como concepto. Todo en mi carrera me divierte mucho y por eso lo hago y sigo emprendiendo”, afirma.