Liderazgo proactivo

Por Carlos Muñoz Gallardo
13 de Mayo de 2012

Son muchas las organizaciones que no son capaces de implementar los cambios necesarios en la cultura organizacional o lograr la adhesión de sus miembros a los valores y políticas empresariales.  

En un diagnóstico que realizó la consultora Humane a  400 trabajadores de distintas organizaciones pudimos detectar que el 66% de los encuestados piensan que los líderes no enfrentan los problemas de la empresa ni toman correctivos apropiadamente. Promesas incumplidas, retrasos o decisiones postergadas van creando un ambiente de escepticismo o resignación frente al cambio deseado. 

Es frecuente encontrar personas reactivas que simplemente se quejan o se focalizan en las circunstancias ajenas como meros espectadores. Por ello es necesario un tipo de liderazgo proactivo que salga al encuentro de las situaciones anticipando posibles escenarios, proponiendo alternativas creativas e involucrando a cada trabajador a ser protagonista del cambio. 

Se  requiere que los programas de capacitación y políticas empresariales ayuden a la creación de una dinámica participativa y comprometida en donde todos se vean protagonistas y custodios de una cultura basada en principios y valores, promoviendo la coherencia en la vivencia de los mismos.   

Las empresas que perduran en el tiempo son aquellas que han podido alinear la cultura organizacional con toda la organización de manera que exista coherencia en todas las prácticas y políticas de la empresa con los comportamientos que son valorados.

La actitud interior con la que asumimos las adversidades puede ayudar a salir de la impotencia o escepticismo con la que nos aproximamos a la realidad.    Es necesario tener  una  mirada de fe que nos permita abrirnos a la acción divina, siempre necesaria ante nuestras propias flaquezas y limitaciones, así como mantener una visión de esperanza en que el cambio es posible en medio de las adversidades.  Cada persona tiene que darse al máximo de sus capacidades y posibilidades en las circunstancias concretas que día a día nos toca asumir.  

Así como los atletas mantienen fija su mirada en la meta, asimismo se debe motivar adecuadamente a cada persona para esforzarse al máximo de sus capacidades, dando pasos progresivos,  para contribuir al bien común dentro de la organización.     

carlosmunoz@humane.edu.ec

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