Abusado sexualmente
Hace unos días me enteré de que mi hijo adolescente fue abusado sexualmente cuando tenía entre 8 y 9 años por una expareja mía, que no es su padre. Él me comentó que ha tenido varias enamoradas, pero no se había interesado en ninguna hasta hace poco que conoció a una niña en el colegio y le comentó esta situación.
Dice que ella lo ha comprendido y me pidió que no impidiera su romance. No supe qué decirle. Han pasado alrededor de seis a siete años de eso y no sé qué hacer, si iniciar una denuncia por violación o buscar un psicólogo para él, aunque no ha presentado ningún cuadro de homosexualismo, más bien es un adolescente de carácter fuerte y amiguero. Hoy tiene otro padrastro y no se llevan bien, pero ambos se tratan con respeto. Le he pedido perdón a mi hijo y quiero darle todo lo que me pide con tal de arreglar lo que inconscientemente provoqué.
Madre desesperada,
Machala
Qué bien que desee apoyar a su hijo y que él haya logrado romper el silencio, pues es el inicio para reparar el daño que se ejerció contra él. Entiendo los sentimientos de rabia, impotencia o culpa que pueda tener por lo que vivió su hijo, pero es importante ahora lograr ser más objetiva y reflexione sobre las acciones que puede emprender y sostener. Aclaro que por ser varón su hijo y ser abusado por otro hombre no significa que él se hará homosexual o que en él haya existido esta orientación sexual para que se cometa en su contra tal acto; el abuso se da porque alguien –que ostentaba un rol y una autoridad, pues al ser su pareja, real y simbólicamente se colocaba en la función de padre– consideró que el cuerpo del niño estaba ahí para ser sometido a su perversa satisfacción y sometimiento sexual. El apoyo psicológico sería necesario para identificar las afectaciones que este evento ha tenido en su hijo (son de orden traumático) y si persisten actualmente atenderlas, reducirlas y prevenir efectos mayores a futuro. Es necesario que usted también se involucre en esa reparación precisamente para que pueda poner en palabras sus preocupaciones, emociones que emergieron, los miedos actuales, conozca más sobre estas situaciones y logre ser el apoyo que su hijo requiera (que no es darle todo lo que él pida). Si existen algunas inquietudes del orden legal, puede buscar asesorarse con alguien que realmente conteste sus preguntas y le informe todo lo que involucra el proceso (considerando que tendrán sus complicaciones, al haberse cometido cuando tenía entre 8 y 9 años), para que le transmita así a su hijo las implicaciones que podría tener una eventual denuncia y entre ambos puedan tomar una decisión; es necesario escuchar qué desea su hijo. Salvo que quien ejerció el abuso esté cercano y lo ponga en peligro nuevamente, ahí sí sería urgente hacerla.
La pregunta es ¿le conviene a su hijo?, ¿por qué conviene o por qué no conviene la denuncia?, ¿es prioritaria? o ¿qué sería actualmente prioritario? Entiendo que en Machala existen espacios especializados en atender estos casos, adonde usted puede ir a buscar respuestas. No cualquier lugar será el adecuado.
Patricia Reyes Peña,
Psicóloga clínica. Especialista en atención a víctimas y familias en situaciones de violencia de género, familiar y abuso sexual.
Telf.: 098-497-9816.