Amigo muy alto
Tengo un amigo que está molesto con su cuerpo porque es muy alto: mide 1,95 m. Su altura le ha provocado un trauma, pues no quiere salir de la casa para que la gente no se lo quede viendo y se le ría; tampoco se sube a un autobús, porque no entra. Por esto sus padres lo han llevado a varios psicólogos, pero no funciona. Él dice que va a trabajar para que lo operen y le corten un poco de centímetros, sobre todo porque apenas tiene 18 años y va a seguir creciendo hasta los 22. También comenta que nunca se va a poder casar, ya que a ninguna chica le agrada él por ser muy alto, además no ha tenido novia. Necesito que me ayuden a aconsejarlo. Está muy deprimido.
Leonardo,
Guayaquil
Felicitaciones por asumir el rol de un amigo fraterno. Él ha desarrollado un complejo que, lastimosamente, se ha derivado en una fobia social, con la correspondiente ansiedad y sus sentimientos de escasa autoestima. Su autoimagen la percibe en desventaja de los demás. Sin embargo, su amigo también debe saber que posee lo que a la gran mayoría le falta en nuestro país: estatura física. Situación que no sucede en países como Holanda, Rusia, entre otros. Realmente los afectados son aquellos que se burlan del porte de su amigo, porque irradian su frustración de lo que les gustaría ser o tener a ellos, y su desdén no es otra cosa que ignorancia, carencia de respeto y hasta envidia. Su amigo no debe arrogarse la facultad de conocer lo que las demás personas piensan y menos asumir que poseen su propia predisposición negativa. Tampoco creer que lo peor le va a pasar o que los demás se concentran en su estatura como su única característica. Dígale a su amigo que dichos comportamientos son destructivos y que debe evitarlos totalmente. Para ello requiere elaborar una imagen realista de él mismo y de su valor como ser humano. También es importante que haga un inventario de sus cualidades y que se haga atractivo por sus particularidades, como solidaridad, humor, simpatía, altruismo o empatía, entre otros. Incluso que aproveche su estatura física para cultivar habilidades deportivas: básquet, voleibol, atletismo...
Por último, debe aprender a no idealizar a otros y recordar que, en muchas ocasiones, se nos critica porque aspiran a ser como nosotros y no pueden serlo. Además, es determinante que reciba ayuda terapéutica para fortalecer su identidad e incrementar su autoestima y confianza, así como enfrentar sus miedos. Para lo cual es necesario aplicar psicoterapia, terapia cognitiva conductual y aprender técnicas apropiadas para vencer la ansiedad y las características fóbicas.
Dr. Eduardo Santillán Sosa Ph. D,
neuropsicólogo y psicólogo clínico. Telfs.: (08) 017-5745, (08) 720-2411.
