Bipolaridad

23 de Octubre de 2011

Mi hija tiene 46 años y le diagnosticaron hace diez bipolaridad. Al principio le recetaban antidepresivos, pero desde hace dos años toma estabilizadores y un antidepresivo. Quiero saber si esta enfermedad tiene cura y si debe tomar medicamentos de por vida. Ella es casada y tiene hijos. Actualmente toma Topictal de 25 mg y Cymbalta. También quiero saber si hay fundaciones donde tratan esta enfermedad y si a mi hija se la puede considerar discapacitada y por qué hay tanto prejuicio con esta enfermedad.

N.N.,
Guayaquil

Por lo que usted dice en su carta, su hija de 46 años ha sido diagnosticada y está en tratamiento desde hace diez años, por lo que quien mejor puede resolver sus dudas concretas sobre ella es su médico tratante. La variación en el tratamiento, que lo inició con antidepresivos y ahora combina estabilizadores del ánimo y antidepresivos, es correcta, lo que me habla muy bien del profesional que la atiende. La bipolaridad es una condición biológica que presentan personas que en ciertos momentos de su vida están deprimidas y en otros aceleradas y que deben conocerse para poder tener una vida adecuada: dormir lo suficiente, tomar la medicación correcta para cada periodo y procurar que la familia más íntima conozca de las probabilidades de cambios caracteriales más profundos y a veces inadecuados, para reaccionar adecuadamente a cada momento de la evolución de estos pacientes, que, con una medicación y un acompañamiento familiar correcto, pueden ser personas normales, incluso teniendo responsabilidades profesionales. El “bipolar” más famoso de la historia es Winston Churchill, el primer ministro de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, que fue el personaje más importante en el enfrentamiento a la Alemania nazi, el que mantuvo unida y ferviente a la ciudadanía inglesa, que fue el alma y motor de los aliados, que soportó el bombardeo y dirigió la operación de toma de Europa continental y Alemania, que llevó a la victoria de los aliados (Roosevelt, Stalin, De Gaulle y Churchill) y al fin de la Segunda Guerra Mundial, la formación de la ONU y el desarrollo mundial del siglo XX. Se conoce que había ocasiones en que no era capaz de dormir y se pasaba el día hablando, y en otras ocasiones caía en una gran depresión. En ese tiempo no había los medicamentos que ahora sí tenemos, pero, indudablemente, fue uno de los pilares de la edificación de nuestro mundo moderno. Lo ideal es que la familia conozca, comprenda y ayude al paciente y que haya un buen contacto de la familia y el médico tratante.

Dr. Rodolfo Rodríguez Castelo,
Neuropsiquiatra-sexólogo clínico. Teléfono 256-8100.

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