Cada hijo, una pesadilla

11 de Marzo de 2012

Tengo 5 hijos de 13, 10, 8, 6 y 3 años. Cada hijo que tuve fue una pesadilla porque al ver que el otro hermano usaba pañal también querían usarlo y también es mi culpa por complacerlos. Ahora el de 13 está en el colegio y no controla los esfínteres y llega oliendo mal a casa y llorando por que sus compañeros se le burlan.  Por complacerlos he tenido problemas con mi esposo y no sé por qué sigo engriéndolos y tratándolos como bebés. ¿Necesito dejarlos crecer porque para mí es como si tuvieran 2 años.
Madre desesperada,
Guayaquil

 

Es notoria su gran frustración en relación a los problemas de crianza con sus hijos, pues son varios niños y usted denota mucho cansancio y decepción por no haber logrado enseñarles a controlar sus esfínteres. Y aunque no lo menciona, es posible que en su trato hacia ellos exista en determinados momentos agresividad y en otros  excesiva complacencia. Le sería muy útil cuestionarse por qué asume toda la responsabilidad  y por qué su esposo no la comparte con usted y luego  comprender que existe  un problema familiar, del cual no es usted la única responsable. Es necesario que comprenda lo que está sucediendo con sus hijos como un “síntoma” de algo más complejo en el seno familiar. 

Le recomendaría comenzar por descartar posibles causas físicas, sobre todo, en el primero de sus hijos y luego atender lo psicológico de este aspecto, junto a toda la familia. Los niños con enuresis (incontinencia urinaria) y encopresis (incontinencia de las heces) cuando ya han sido diagnosticados como tales, significan desde el punto de vista psicológico que son niños con grandes inseguridades. Entre las causas emocionales podemos mencionar: miedo, padres ansiosos, situaciones de tensión, celos, la entrada en la escuela, etc., pero principalmente es la evidencia de una mala relación entre padres e hijos, de ahí que en algunos casos exista un estado de agresividad tal en el niño, que se produce un tipo de encopresis  semivoluntaria para fastidiar a los padres. En otros casos simplemente se trata solo de que están jugando y no quieren ir al retrete para no dejar de jugar, hasta que acaban haciéndoselo encima.

La ayuda psicológica le servirá de mucho, sobre todo, para poder desempeñar su papel materno de manera más efectiva en el cuidado y el manejo de este trastorno.
Dra. Glenda Pinto Guevara.
psicóloga clínica especialista TREC (Parejas, niños, adolescentes y adicciones). Telfs.: 232-4066, 09-961-2322.

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