Desanimada por examen
Tengo 27 años y soy médica. Me gradué en una universidad del extranjero. Estoy pasando por un momento difícil, ya que no logré entrar al sorteo del año rural, pues no aprobé el examen de habilitación para el ejercicio profesional. Esto me ha traído mucha tristeza, ya que la mayoría de mis amigos entraron. Sé que es cuestión de volver a estudiar y pasar el examen, pero estoy muy desanimada. La primera vez puse mucho empeño, entonces el resultado me cayó como un balde de agua fría. Siento que no lo voy a lograr y pienso que quizás la Medicina no es lo mío.
María José,
Esmeraldas
Estimada María José, es comprensible que se sienta desanimada y triste por no haber aprobado el examen de habilitación, después de haberse preparado con empeño. No es la primera ni la última persona con una experiencia similar; todos hemos tenido una caída, un revés que nos desalienta, sin embargo, estamos hablando de un momento y una situación específica, que habría que analizar con atención, para detectar errores –que evitaremos repetir– y explorar caminos que nos lleven al resultado deseado.
Usted sabe lo que tiene que hacer, cuando dice: Sé que es cuestión de volver a estudiar y pasar el examen. No deje que el desánimo se extienda como una sombra, provocando esos sentimientos negativos y esas creencias limitantes que la hacen dudar de sus capacidades y de la carrera que con tanta ilusión debe haber elegido y con mucho esfuerzo, sacrificio y perseverancia ha culminado. No permita que todo lo que ha logrado se vea empañado por algo que tiene una solución práctica: volver a estudiar y pasar.
La invito a hacer un ejercicio de reflexión. En cuanto a su carrera: Recuerde su historia con la medicina, cómo eligió la carrera, cuáles eran sus sueños acerca de ella, qué caminos ha recorrido para llegar hasta donde ha llegado hoy y cómo todo esto la hace sentir.
En cuanto al examen reprobado: vuelva atrás sobre sus pasos, mire qué le pudo haber fallado, piense si las condiciones de estudio (tiempo, lugar) fueron las más adecuadas, si tal vez hubo alguna situación personal que desvió su atención y no le permitió concentrarse plenamente en sus estudios, y a base de eso piense qué podría cambiar o hacer de manera diferente para que el resultado también cambie.
Concluyo compartiendo con usted una frase de Confucio, célebre pensador chino: “Nuestra mayor gloria no se basa en no haber fracasado nunca, sino en habernos levantado cada vez que caímos”. (F)
Mónica Albán García,
Terapeuta individual, familiar y de pareja, orientadora vocacional.
Telf.: 099-211-8926.