Disfunción sexual

Carlos, usted evidencia gran entereza y franqueza al reconocer que padece un problema, así como la inteligencia y modestia para identificar que necesita ayuda por la práctica masturbatoria que adolece, aunque no manifiesta con qué frecuencia lo realiza ni qué le estimula a realizarla (pornografía, imaginación, otros problemas personales), ni cuándo tuvo su primer contacto sexual con otra persona.

La masturbación generalmente crea un efecto de orgasmo individual al adiestrar al cuerpo a responder a ciertas compresiones fisiológicas, reduciendo la respuesta corporal a los estímulos que le pueden prodigar otras personas en el accionar íntimo. El abuso masturbatorio y la asistencia a prostíbulos son una indicación de una fuerte ansiedad, y/o angustia, que demanda un alivio urgente.

En muchos de los casos se constituye en una adicción muy compleja que requiere tratamiento especializado, porque en ese caso el sexo se utiliza como medio compensatorio para buscar alivio tensional y en no pocas ocasiones para disminuir la depresión. Con el acto masturbatorio se obtiene determinada satisfacción y alivio, pero cuando se vuelve compulsivo, dicha satisfacción y alivio prácticamente desaparecen.

También, al comprar relaciones sexuales continuamente se le dificultará predisponerse a tener una sola compañera sexual como parte de una vida formal, que es la que trae equilibrio. Recordamos que las relaciones íntimas verdaderamente saludables son aquellas que tienen como base el amor y la fidelidad dentro de un entorno de sanidad mental y afectiva. Tanto en los actos solitarios como en aquellos compartidos en un ambiente de burdel, se cosechan frutos amargos: frustraciones.

Es cierto que las erecciones pueden ser afectadas por la masturbación. Posterior a cada eyaculación, la firmeza de la erección siguiente es un poco menos consistente y más esponjosa o elástica. Las masturbaciones continuas, al ser de corta duración, evidencian con mayor frecuencia eyaculaciones más rápidas o precoces, lo cual es necesario corregir para que exista un mejor presente y futuro personal y de pareja.

Si la masturbación es crónica, puede afectar la bioquímica del cerebro y del organismo, porque se pueden producir en exceso hormonas sexuales y neurotransmisores, derivándose en molestias como fatiga, insomnio, variaciones en el apetito, dolor pélvico, dolor en la parte inferior de la columna vertebral, dolor testicular e incluso caída del cabello.

Es vital también fortalecer su autoestima, así vigorizará su personalidad, concretando acercamientos hacia el sexo opuesto que le permitan iniciarse en la vida amorosa. Dichosamente, su situación es superable, es necesario atender su factor psicosocial y posiblemente el urológico. ¡Mucho éxito!

Ph. D. Eduardo Santillán,
neuropsiquiatra, psicopatólogo clínico, neuropsicólogo; psicoterapeuta de individuos, parejas y familias, especializado en afectividad crítica, adicciones emotivas, psicosexualidad y en casos complejos y traumáticos.
Telfs.: 098-017-5745.