Encuentro con trabajadora sexual
Mi esposo y yo tenemos 30 años de edad, estudiamos, trabajamos y nos costó adaptarnos porque somos bastante diferentes. Hace ocho meses me contó llorando que tuvo relaciones sexuales con una trabajadora sexual sin saber por qué. También confesó que lo venía haciendo desde antes de casarnos. En lugar de botarlo de casa lo perdoné y prometí ayudarlo para que no lo hiciera más. Además le pedí que no quería que tomara la actitud de tonto de no verme a la cara y que si lo había perdonado era para olvidar lo sucedido con el juramento de terminar todo una vez que lo vuelva a hacer. Pero un día al abrazarlo le sentí olor a cigarro (solo lo hace cuando toma) y le pregunté que dónde había estado, se puso supernervioso y terminó contándome que se había encontrado con unos amigos del trabajo en un night club, pero solo a tomar y que no pensara nada malo. En verdad no sé qué hacer. Necesito contárselo a alguien, pero la verdad me daría vergüenza que mi familia sepa esto, sobre todo que sigo con él.
Daniela,
Lima-Perú
Es loable lo que usted desde sus recursos personales ha aportado para sostener la relación, hay que plantearse varias preguntas: ¿para qué necesita saber su familia lo que está aconteciendo en su relación? Si algo necesitan ustedes es asistir a un terapeuta de parejas para que los asesore. El sentir extrañeza porque su respuesta al enterarse no fue la que probablemente tenía entre sus códigos o creencias le da la pauta de cómo funcionan el afecto y la comunicación dentro de as relaciones de pareja; al compartir lo que estaba viviendo su esposo, él encontró la cómplice de sus aventuras sexuales, entendiéndose que su traducción no es la misma que él pudiese haberle dado, en la relación son los dos los que deciden sobre su manejo sexual como pareja, es ahí donde cada uno se pregunta: ¿para qué le sirve esta actitud?
A él, a usted y a la pareja, de cómo se responde va a depender lo que se construya luego. Al condicionarle usted el perdón con olvido y que no se repita la situación, generó una apertura a alguna actividad y unas barreras a otras, comprometerse al cambio bajo presión suele complicarse cuando la conducta es compulsiva, esto invita a la omisión o la “mentira”. Hay mucha madurez y sensatez en su conducta sobre el manejo de pareja, los métodos adicionales los van a trabajar como relación y con estrategias que descubran si lo que él maneja es algún formato social estereotipado o alguna compulsión que con estrategias terapéuticas se mejoran, el construir una relación de pareja integral donde se autorreconocen diversos y diferentes es complejo y a la vez gratificante, cuando son esas diferencias las que los unen en vez de separarlos. La comparación con otros formatos no es para nada recomendable y los estereotipos sociales sobre el manejo de la sexualidad en la terapia de pareja lo podrán entender y mejorar.
Jorge Luis Escobar Tobar,
psicólogo clínico.
Telfs.: 241-1685, (09) 9572-563.