Esposa confundida
Tengo 27 años y llevo 3 años 8 meses casada y sin hijos. Me encuentro en una gran confusión, aún amo a mi esposo (él tiene 32 años), pero resulta que el año pasado me enteré de que estuvo molestando a mi prima hermana por mensajes de texto. Ella misma me lo contó, incluso estuvimos por separarnos, me ausenté varios días de mi hogar, por la rabia que sentía, pero bueno me pidió perdón y regresamos aun en contra de mi familia.
Hace pocos meses que ya pensábamos intentar salir embarazada, pero me enteré nuevamente de que él está llamando a mi prima diciéndole que está cansado de mí y que quiere separarse porque yo lo celo mucho, cabe recalcar que jamás lo había celado desde que se produjo este inconveniente porque obviamente la confianza no es la misma. En fin le ha dicho un sinnúmero de cosas hirientes para mí y mi familia. Lo raro es que él no demuestra nada sigue siendo el mismo de antes cariñoso, atento, pendiente de su casa y de que nada me falte. Pero eso a mí no me convence porque prácticamente está siendo doble cara conmigo y mi familia. Estoy pensando en separarme, pero aún tengo mis dudas, no sé qué hacer. Incluso mi familia ya no lo quiere ni ver por su comportamiento conmigo.
N.N.,
Guayaquil
El matrimonio es algo serio que implica un compromiso de parte y parte, obviamente debe primar el amor, pero acompañado de muchos otros ingredientes y algunos de estos solo se aprenden en el camino. En su carta no me dice a qué acuerdos llegaron después de que regresaron, ni las reflexiones y/o aprendizajes que esta experiencia les dejó. Construir una vida en pareja requiere la participación activa de los dos y reconstruirla cuando ha habido alguna fisura con mayor razón.
Las palabras siempre deben estar acompañadas con los actos. Separarse es siempre el camino más fácil, sin duda, a veces, es el único y el mejor, pero no siempre una situación como la suya conlleva necesariamente a que esta sea la solución. De grandes crisis salen también grandes soluciones, esta puede ser una oportunidad para fortalecer su relación y mejorar lo que haya que mejorar. Usted dice que se ha enterado (por terceros) de lo que él supuestamente dice, pero él demuestra otra cosa. Los problemas solo se resuelven encarándolos con entereza y madurez y tiene que estar dispuesta a enfrentar la verdad por dolorosa que sea, no siempre el que falla es el único responsable de que las cosas estén como están. Le aconsejo que no tome ninguna decisión apresurada, desde mi perspectiva, lo ideal es tener una conversación los tres, es decir, usted, su esposo y su prima, máxime, porque esto ya involucra además un problema familiar, pero tiene que saber muy bien cómo manejar, saber poner las cartas sobre la mesa, tener claro el objetivo y cual será su posición en ese momento y de ahí en adelante, si cree no estar preparada para tenerla, le sugiero busque ayuda profesional.
La mente a veces nos juega malas pasadas, no se deje envenenar el corazón, tome el toro por los cachos y luche por su felicidad, por la verdad y la claridad porque vivir con dudas, desconfianza y celos no la llevará a una vida feliz, que es el único objetivo de la vida. De todas maneras, tomará tiempo sanar las heridas, pero ¡es posible! ¡Muchos éxitos!
Rosita Sánchez Laserna,
Psicóloga y terapeuta familiar y del psicotrauma.
Telfs.: 604-5371/ 099-961-0288.