Esposo agresivo

25 de Diciembre de 2011

Llevo cuatro años de casada y no tenemos bebés aún. Mi esposo al inicio nunca fue agresivo conmigo ni con nadie, pero con el tiempo se volvió así. Al principio, cuando peleábamos, solía decirme las peores cosas y luego no fueron solo palabras hirientes sino que rompía objetos y posteriormente los lanzaba muy cerca de mí, pero nunca llegaron a tocarme, y la última vez me ahorcó. Siento miedo de pelear con él cuando está enojado, no puedo decir nada porque tengo miedo.

De la misma forma pasa en la casa de su mamá, suele salir a gritos cuando algo no le agrada, su mamá me ha contado que él ha sido así desde pequeño. A veces pienso que no me soporta y por eso reacciona así. Él me asegura que está asistiendo a terapias para tranquilizarse y no ser agresivo cuando se enoja. He visto que intenta, pero al final termina en lo mismo.  Recientemente ha reaccionado de otra forma.

Tenemos relaciones sexuales tres o cuatro veces por semana y cuando no quiero se enoja y se repite la historia de agredirme verbalmente. A veces quiero abandonarlo pero no puedo, a veces ya dudo de que lo amo por el miedo que siento hacia él.
N.N.,
Guayaquil

 

Es muy conocida esta forma de evolución de las conductas violentas, por lo general los primeros meses de casados o de novios logran frenar o disimular estos arrebatos, pero paulatinamente se da la escalada de violencia: palabras ofensivas o amenazantes, rompen objetos o se los tiran  y finalmente la agresión física.

Todo esto es parte de un proceso para lograr la intimidación y sumisión de su pareja, por lo general la va alejando de su círculo de amigas y familiares, para que se sienta sola y desprotegida, no es raro que después de estos estallidos de violencia pidan perdón hasta con lágrimas, prometiendo nunca volver a hacerlo, pasando por un breve periodo de “luna de miel” de estas paces, hasta que se va cargando y acumulando de resentimientos y estalla nuevamente, repitiéndose indefinidamente este círculo. En su caso es muy importante que usted haya tomado conciencia del problema y se replantee si en verdad es por amor que sigue ahí.

Nadie está obligado a seguir soportando un ambiente hostil, donde pueden ocurrir peores cosas, usted también debería buscar ayuda psicológica para aclarar sus sentimientos y futuras decisiones. Si bien él dice estar en terapia, es raro que no la haya citado el terapeuta de él. Hay varias estrategias o técnicas psicológicas que han ayudado efectivamente a personas muy agresivas,  otros casos específicos se benefician de fármacos, como por ejemplo cuando hay una alteración en el electroencefalograma, algo parecido a las epilepsias, para lo cual se necesita una valoración médica completa que descarte otros factores orgánicos.

Es de mal pronóstico el hecho de que esta conducta sea desde su infancia. Recuerde que hay algunas fundaciones que pueden asesorarlos psicológica y legalmente a los dos, como Fundación María Guare y Cepam.
Dr. Germánico Zambrano Torres,
Psiquiatra-sexólogo. Miembro de la Asociación Mundial de Sexología. Telfs.: 239-4932, 239-0381

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