Esposo tuvo una aventura
Hace unos meses me enteré de que mi esposo tuvo una aventura y por los mensajes que ella le enviaba, esta quería seguir con él, pero él no, o por lo menos eso entendí. Le reclamé a mi esposo y por eso tuvimos una fuerte discusión y se marchó. Dijo que yo no entendía cuáles eran sus razones en ese tiempo. También supe que ella estaba embarazada, incluso me enfermé y me internaron, pues en lo único que pensaba era cómo mantener a mis hijos, ya que tengo dos niños y el que está en camino. Después de un mes, él quiso volver conmigo y lo acepté. Estábamos bien hasta que en la madrugada ella comenzó a llamar y llamar por teléfono. Le reclamé a mi esposo por qué lo llamaba. Él me dijo que no sabía, que no le interesa y que ella solo buscaba separarnos. No sé qué hacer, pues no sé si confiar en sus palabras. Lo amo demasiado, pero tampoco quiero estar mal ni enfermarme. Mis hijos me necesitan. Estoy desesperada, no duermo, no como. Es difícil para mí, porque no quiero un ‘te lo dije’ de mis padres. Yo ya tuve un compromiso fallido cuando tenía 16 años y ahora que tengo 24 no quiero que se repita la historia. ¿Será que puedo confiar en sus palabras?
Natasha
Guayaquil
No entiendo su forma de amar. El Creador dice: “Ama a tu Dios como a ti mismo”. El sentimiento de amar y necesitar van a la par y se confunde con mucha facilidad. Hay veces que creemos amar profundamente a alguien y decimos: Sin él no queremos vivir. Pero resulta que en realidad no lo amamos, sino que lo necesitamos para no sentirnos solas, para que nos mantengan, para no vivir haciendo pasar carencias materiales a nuestros hijos, sin darnos cuenta de que en realidad solo está siendo usada a conveniencia de esa persona, todo esto llevado por el romanticismo femenino del príncipe azul y de “vivieron felices para siempre”. Amarse a sí mismo es no permitir que emocionalmente la lastimen; amarse a sí mismo es no aceptar mentiras y engaños, y enfrentar con fortaleza lo que sea; amarse a sí misma es dejar libre al hombre que creemos amar para que concientice de corazón lo que perdió, y si se gana su perdón, que actúe a conciencia rectificando errores pasados; además, él igual debe mantener por ley a sus hijos. Usted debe saber que el hombre que engaña una vez a la esposa lo hará todas las veces que quiera, pues esta ocasión usted lo descubrió, y ¿las veces que usted no lo supo? El hombre que engaña a su esposa es esclavo de sus instintos sexuales, que no puede controlar al igual que los animales. El Creador le dio al ser humano el don de ser racionales y con ello controlar los instintos animales. Nada en este mundo justifica un engaño sea de él o de ella, porque aquel que lo hace le está robando a su pareja ese tiempo que invierte en conquistar a la otra persona, le roba las caricias, el afecto y sin darse cuenta abre la puerta para que su pareja le haga lo mismo, ante el abandono emocional de quien engaña, destruyendo la confianza y el verdadero afecto. Piénselo, usted es una mujer valiosa y el tiempo es implacable, nunca se detiene, mírese al espejo y piense “debo pensar en mí”. Primero Dios y segundo yo. Como persona, como ser humano, ¿merezco esto? Si usted le sigue permitiendo llamadas a esa señora, usted seguirá sintiéndose así. Dígale a él lo que siente y piensa, y sin llegar a discutir conversen y arreglen lo que le afecta. Si no desea él hacerlo, vire esa página de su vida y siga adelante. Debe aprender a levantarse y curarse de una caída para poder seguir adelante. Hable con él muy claramente sin miedo y sin temor a perderlo, porque si se va y no regresa, él nunca fue para usted y nunca la valoró ni como persona ni como madre de sus hijos. Dígale que el hecho de que usted lo haya disculpado y permitido que regrese no significa que usted va a permitirle más engaños y faltas de respeto y consideración, ya que con el hecho de que ella lo llame en la noche ya está faltándole, y que si él no está contento, entonces, como dos personas racionales, lleguen a un acuerdo y sepárense. Mírese al espejo, arréglese, póngase bonita, valórese a sí misma, y si su autoestima es baja, sus miedos y temores la vencen, busque ayuda profesional, nunca es tarde... y cuídese.
Dra. Sonia Toledo López
Psicóloga clínica. Telf.: 245-2555.