Familia disfuncional
Hola, tengo 24 años, y hace poco me gradué de la universidad. Durante mi época estudiantil, mi padre nunca veló por mis estudios, no le conocí trabajo fijo en toda mi vida y hace más de 6 años que no labora en nada. Actualmente no vivimos juntos, él vive con mi abuela paterna, quien lo mantiene, parece que no quiere o no puede encontrar trabajo, y me temo que seré yo quien lo deba mantener apenas encuentre algo. ¿Es bueno para él que haga esto? ¿Es bueno para mí? ¿De qué manera lo puedo ayudar realmente? Mi temor es que si no lo hago yo, lo siga haciendo mi abuela, quien ya es mayor y merece disfrutar sus ingresos.
Karen,
Guayaquil
Estimada lectora, es evidente que en el proceso de desarrollo evolutivo de su señor padre no se cumplieron todas las etapas de progresión que todo ser humano debe ir superando dentro de su núcleo familiar, cuyo objetivo fundamental es la defensa de la vida.
El éxito de este proceso se mide cuando el núcleo familiar de origen logra que el hijo o la hija puedan coronar su proceso de adultez culminando su formación académica, consolidando su desarrollo profesional y construyendo un nuevo hogar.
Lastimosamente, estos logros no se dan automáticamente ni en secuenciación exacta, pues está sujeto a una red compleja de variables que se van instituyendo desde la formación y pautas de crianza establecidas en la relación parental con sus hijos, y normalmente el acto de fundar un nuevo hogar no garantiza que todos los estadios anteriores se hayan superado adecuadamente.
Esta situación que usted narra deja entrever que su señor padre siempre ha encontrado un espacio de protección por el lado maternal, al punto que hoy se encuentra ‘refugiado’ en brazos de su madre.
Su pregunta deja inferir que, por alguna razón que no se logra descifrar, usted también se siente ‘responsable’ de su padre, posiblemente porque siempre lo vivenció como un “ser desvalido”, al punto que nunca apoyó su formación estudiantil.
También se observa que usted se siente responsable de “apoyar y defender la economía de su abuela”, y es justamente en esta actitud permisiva de parte de ella en la que su señor padre ha encontrado aval para no asumir ni enfrentar los avatares que la vida nos exige a todos enfrentar, superar, y que nos demanda madurar y crecer a nivel psicosocioemocional.
Esta disfuncionalidad en la dinámica de desarrollo familiar indudablemente la ha contaminado a usted con sentimientos de culpa y responsabilidad que no le compete asumir, pues estaría reproduciendo esta disfuncionalidad estructural y prolongando la enfermedad familiar que llevó a su padre a posicionarse en el rol de ser mantenido. Esta cadena de patología familiar se repite hasta en tres generaciones. Usted estaría marcando la tercera generación.
Sugiero buscar ayuda profesional para que logre mantener su autonomía y desprendimiento emocional, para que no repita desde la tercera generación, abuelos-padres-nietos, esta disfuncionalidad estructural y afectiva.
Liliam Cubillos,
psicóloga clínica,
Telf.: 099-986-1130.