Gallos asustan a nena
Estoy casada desde hace 20 años y tengo tres hijas de 19, 10 y 2 años. Mi nena de 2 es muy juguetona, inteligente y a veces muy ruda para hacerse entender, pero tratamos de canalizar su molestia, indicándole que gritando o golpeando no conseguirá nada. Atrás de mi casa hay gallos que la asustan al cantar (ella los llama ‘tocotó’) y en algunas ocasiones mi esposo ha usado como broma: “ahí viene el ‘tocotó’ y te pica” para cuando se porta mal. No estoy de acuerdo y le he dicho que no le diga eso porque la asusta; tampoco entiendo su temor a estar con la luz apagada con la tele prendida, pero creo que es aceptable, pues aún es pequeña. Sin embargo, lo que no me queda claro es por qué se asusta tanto al levantarse y no encontrarme cerca, grita y encima de todo esos gallos cantan y empeoran la situación. La abrazo y le explico que la están saludando, la hago que los vea desde la ventana, pero a veces no deja de decirme “a guana tocotó” que es miedo. Esta conducta que ha tomado me intranquiliza, pues parece que la atemoriza a tal punto que la siento muy asustada. Sus hermanas, por la diferencia de edad, tratan de ser pacientes con ella pero a veces no la soportan.
N. N.,
Guayaquil
Respecto de la inquietud sobre los miedos de su hijita, debo decirle que es común que los niños presenten miedos a la oscuridad, a los sonidos altos, a los animales. Pero, aunque sea común, amerita atención y ayuda. Muchas veces estos miedos están basados en experiencias de riesgo real, pero otras veces representan a otros miedos más de fondo. Me parece que el miedo principal de la niña es a la separación o abandono de su mamá, y por eso se aferra tanto a usted. Ante esto, es necesario reiterar varias veces que usted estará siempre con ella, no tiene planes de salir de viaje ni de alejarse de ella; es fundamental asegurarle que usted le ama pese al miedo y a sus comportamientos “equivocados”, decirle que usted estará siempre con ella para defenderle. Ha hecho muy bien en decirle que los gallos la están saludando, añada a esto cual sería el sonido con el que ella les contestaría, que puede ser algo muy parecido a ‘tocotó’, como sería: tocotín, o tocotán. Y que les diga muy alto. Luego de esto pueden inventarse una conversación con sonidos similares y reírse de esto.
Frente a los miedos a la oscuridad, no le force a estar sin luz, permítale dormir con una lamparita con luz tenue. Coincido con usted que el papá cometió un error al amenazarle “de broma” con el picoteo del gallo. Esto ahondó el miedo y ahora la niña asocia a un castigo real el canto del gallo. Es conveniente decirle: “ Hijita, el papi se equivocó, nadie te va a picotear, no importa como tú te portes”, esto no es desautorizar al papá, es decir que él puede equivocarse también y darle seguridad que este hecho no ocurrirá. Muchas veces los miedos de los niños se asocian a: compartir la habitación de los padres, horas de trabajo de mamá, nacimiento de hermanos, muerte de un familiar cercano, amenazas de castigos, sobreprotección de los padres, cambios familiares importantes (cambio de casa), trato de los padres como si fuera una niña más pequeña o lo contrario, demasiada exigencia para que crezca. Estos motivos ameritan tratamientos diferentes.
Dra. María de los Ángeles Núñez,
Psicóloga clínica. Telf.: (02) 225-2820.