Hija con pensamientos inquietos

23 de Octubre de 2011

Soy una madre de 33 años con un matrimonio estable, dos hijas, una de 16 y otra de 7. Últimamente me siento frustrada porque mi hija menor me contó llorando y con vergüenza que hace dos años cuando fuimos a visitar a una familia donde solo hay “niñas de confianza” habían jugado a la mamá y al papá: una de ellas le había hecho besar sus tetitas. Al escuchar aquello le expliqué varias cosas con respecto a principios y desde ahí no voy a esa casa y nunca le dije nada a la mamá de la niña. Pero desde ese entonces ocurre que mi hija solo me conversa cosas relacionadas con sexo. Por ejemplo, me dice: ¡Mami, vio esa foto del periódico donde se le ven las pompis! Además, mi mamá observó en el cuaderno de borrador de ella que decía: ¡Yo soy así porque veo muchas telenovelas! Pero nosotros no vemos novelas y ella pasa la mayor parte del tiempo con mi mamá y ahí tampoco las ve. Otro caso es cuando con mi esposo nos damos muestras de cariño normales dignas de una familia decente, me llama aparte y me dice que se imagina cosas y yo le pregunto de dónde vio o si alguien le enseñó. Cada vez es más estresante para mí porque no sé qué hacer cuando me habla del tema y es en el día y la noche. Nosotros leemos y oramos antes de dormir y todas las noches me dice que se va a portar bien, que ya no va a tener pensamientos tontos. Más me preocupa porque ella sabe que está mal y no sé cómo actuar. Cuando me habla, me lleno de coraje y soy intolerante por más que trato de sobreponerme, ella se dio cuenta y me dijo que ya no me va a contar porque me molesto.

O.J.,
Guayaquil

Es muy importante recalcar que los juegos de su hija con las otras niñas son normales y esperados a estas edades. Pensar que son malos, prohibidos, incorrectos está originando en la niña muchos sentimientos de culpa y sensaciones de ser una niña mala. Estos sentimientos a su vez le generan angustia y más deseos de “pensar” o imaginarse situaciones de contenido sexual, sin poder controlarlos. Se ha formado un círculo vicioso, el cual es el verdadero causante de un daño en su hija. Es muy importante que los padres y la abuela puedan transmitir a la niña la convicción de que su comportamiento es normal: su curiosidad es normal y sus pensamientos, las fantasías también son normales y requieren una adecuada respuesta para su edad. La niña necesita mucha información sobre los cuerpos, las características similares con otras niñas, las diferencias con los varones y también con los cuerpos de los grandes. También información sobre las relaciones de pareja y las relaciones sexuales, porque ella sospecha que sus padres las tienen, se imagina muchas cosas y cree que esto es malo y su comportamiento también. Aclarar estos aspectos calmará mucho a la niña, le ratificará que es normal y ella es una niña buena con curiosidades propias de su edad.

Para dar esta información sobre la educación sexual de la niña, le recomiendo mi obra Dime cómo es, colección de libros de formación sexual para niños, niñas y grandes también, de venta en la librería Vida Sana, en Guayaquil, y consulte en mi página web.

Dra. María de los Ángeles Núñez,
Psicóloga clínica.
Telf.: (02) 225-2820.

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