Hijo adicto al alcohol

07 de Septiembre de 2014

Tengo un hijo de 35 años que perdió su trabajo, se separó de su esposa, vive en mi casa y es un papá muy bueno, generoso cariñoso, ama mucho a su hijo de 8 años que vive con la mamá. Él sufre de adicción al alcohol, pues bebe los fines de semana. Por eso han sido los problemas en su hogar, trabaja en un taxi amigo, pero cuando pelea con la esposa se dedica a tomar. Se siente triste y quiere morir, no le importa nada; en ocasiones la relación con la esposa es buena, salen al cine con el niño o a comer y todo es felicidad, pero cuando él falla en algo la esposa lo detesta, lo bota, lo ofende y me humilla a mí (su mamá).

Ella no me quiere a pesar de que soy muy buena con ella, eso me pone muy triste. Deseo poder ayudarlo, pero mi esposo y su único hermano no quieren saber nada del problema. Yo lo apoyo económicamente con el pago de la escuela de mi nieto. Ojalá me puedan ayudar.

Mamá desesperada,
Guayaquil

El alcoholismo es una enfermedad en la que el deterioro en la persona tiende a acelerarse y volverse más degenerativo, tanto para el individuo como para la familia. El problema surge cuando los comportamientos erróneos del consumidor se normalizan en su entorno, y la familia pasa a ser cómplice silencioso y víctima complaciente justificando, minimizando y culpando al resto. En este caso, la invito a preguntarse: Cuando su hijo bebe ¿tiene problemas en uno o varios ámbitos de su vida?, ¿cómo es que una persona sana de 35 años aún vive con sus padres?, ¿por qué perdió su trabajo?, ¿cambia o pierde trabajos con frecuencia?, ¿los problemas con la madre del niño podrían ser porque ella está cansada de su consumo e irresponsabilidades?, ¿cumple sus funciones como cabeza de familia? Usted se da cuenta de que tiene problemas, por eso nos escribe. Sin embargo, la invito a preguntarse ¿por qué permite y justifica los comportamientos de su hijo? Es sencillo culpar a factores externos del problema, pero la solución la tenemos nosotros mismos, usted da un primer paso al pedir ayuda aquí, y eso importante.

La invitación es a que enfrente esta situación desde el plano de protagonista y no de víctima, es decir, hacerse cargo de su responsabilidad en esta problemática y buscar ayuda para usted y para su hijo. Si él no está dispuesto, plantearle esta posibilidad de ayuda, una condición de apoyo puede ser el inicio de una nueva etapa en la que ambos se acompañen a crecer respetando sus límites con amor.

Omar G. Naranjo Q.,
Coach ontológico y terapeuta especializado en adicciones.
Cel: 099-445-8898.

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