Hombre fue violado de niño
Cuando tenía 8 años una persona (hombre) muy querida y allegada a la familia abusó de mí y me obligó a tener relaciones, amenazándome con que, si decía algo, iba a hacer que yo parezca el culpable de todo y que mis papás me peguen. Con ese miedo a temprana edad permití que me sigan chantajeando hasta más o menos los 11 años.
Yo no mencioné nada por miedo y decidí olvidarme de todo y tratar de vivir una vida normal. Así sucedió hasta cuando cumplí los 17 años. La atracción por el mismo sexo fue volviéndose más incontrolable y a esa edad tuve una relación gay con dos años de duración. En esa época estaba muy confundido y por el miedo al rechazo y temor a la religión terminé ese vínculo y continué mi vida normal. Comencé a salir con chicas y conocí a una mujer con la que posteriormente me casé con la ilusión de que todo termine y yo vuelva a ser normal. El primer año pasé tranquilo, pero luego no podía dejar de sentir esa atracción por el mismo sexo, aparte comenzaron las peleas en casa, la inmadurez de un matrimonio joven y tantas cosas que hicieron que el matrimonio fracase y decidiera separarme después de tres años de casado.
Luego me divorcié y después de unos meses conocí a un chico con el que comencé a salir y tratamos de mantener una relación, pero tampoco funcionó. Hoy tengo 30 años y con todo este antecedente no logro ser feliz con nadie y paso deprimido y llorando, pensando en que por culpa del hombre que me hizo eso de pequeño, hoy no puedo rehacer mi vida. He querido conversar con mis padres al respecto, pero sé que será un golpe fuerte y más que todo habrá enfrentamientos con la familia de quien me hizo esto, y es una familia demasiado allegada a nosotros, además sé que van a sufrir personas que no tienen la culpa. Estoy desesperado porque no sé qué hacer con mi vida ni a quién acudir. He tratado de quitarme la vida, he querido desaparecerme del mundo y ya no quiero seguir así. Necesito una orientación sobre cómo puedo vivir mi vida así, con ese recuerdo y con todo lo que siento.
N.N.,
Guayaquil
He leído cuidadosamente su carta y comprendo su dolor. Lastimosamente ha estado rodeado de personas que le hicieron mucho daño y no ha tenido confianza en sus progenitores, ni padre ni madre ni maestros, para, en la infancia, pedir ayuda y comprensión. Lo más grave es que usted ha querido “curar” las cosas “probando” en relaciones hetero y homosexuales, que resultaron fracasadas, pues el problema está dentro de usted y, pese a hablar de miedo a la religión, ni siquiera con un sacerdote habló de niño o de joven, sino que se lanzó a dos relaciones en que sus “parejas” resultaron, sin saberlo, partes del problema. Usted dice tener 30 años, pero no nos dice si estudió, si es profesional, en qué trabaja, es independiente económicamente o todavía depende de sus padres.
Por todo eso creo que usted tiene un problema grave de identidad sexual, que debe resolver terapéuticamente, hablando con un profesional, pero dándose cuenta de que ese proceso no será rápido, sino que llevará algún tiempo y usted deberá vivir en alguna parte, con algunas personas de su familia que lo apoyen y lo quieran, sea cual sea su estado actual, su proceso y el resultado del mismo. De todos modos, 30 años no es ni la mitad de su vida, pero basta de seguir haciendo “pruebas” y comience a resolver su vida.
Dr. Rodolfo Rodríguez Castelo,
neuropsiquiatra y sexólogo clínico. Telf.: 256-8100.