Hombre sin ganas de vivir
Tengo 27 años y les voy a contar mis problemas. Nunca conocí a mi mamá porque ella tenía 14 cuando murió. Me crio mi abuelita paterna y fui maltratado física y psicológicamente. En la escuela y en el colegio siempre fui marginado, nunca tuve amigos y peor aún novia. Soy una persona amargada, triste, con mal genio, tímida para hablar, insegura, vergonzosa y no soy agraciado físicamente, por eso reniego de Dios. Además, en el colegio nunca tuve una novia a quien besar o abrazar para decirle lo mucho que me gusta, por eso cuando veo a una pareja de adolescentes besándose, tomados de la mano, me dan ganas de matar, de ser ladrón, llorar, y empiezo a maldecir a Dios porque yo nunca he pasado por esas experiencias a pesar de mi edad. Incluso, desde los 15 años soy adicto a la masturbación y desde los 18 asisto a cabarés, donde he tenido relaciones sin usar preservativos por coraje. Siempre le pregunto a Dios por qué he pasado por todo esto, cuando hay hombres que tienen hasta tres mujeres, las utilizan, las dejan embarazadas y las hacen abortar. Nunca he ido a una discoteca ni tampoco sé bailar. Quisiera ser seguro de mí mismo y aprender a tomar decisiones. Ayúdenme a valorarme.
Diego,
Guayaquil
Lo que usted manifiesta en su carta son síntomas de tener una baja autoestima (amor y valor propio) por los momentos duros y difíciles que le ha tocado vivir. Es importante que reflexionemos que las personas que han triunfado en la vida siempre han pasado por circunstancias adversas, dolorosas y por fuertes sufrimientos, miremos la vida de Jesús, Gandhi, Víctor Frankl, entre otros. Los seres humanos somos los responsables del camino y estilo de vida que tomemos, no importa las circunstancias que hayamos vivido. A continuación le compartiré algunas indicaciones que le van a servir para que levante su autoestima:
1. Primero que todo, deje el pasado donde debe estar, en el pasado. No gaste energía en lo que pudo haber sucedido. Concéntrese en vivir en el presente hacia el futuro para hacer los cambios que debe hacer.
2. Perdónese a sí mismo. No se tenga más lastima, empiece a creer en usted. El mejor orador del mundo fue Demóstenes, él fue tartamudo, pero creyó en él mismo y venció los obstáculos.
3. No reniegue de Dios. Dele gracias a Él por la vida que le dio. El Creador lo hizo con inteligencia, emociones, decisiones, y uno es el responsable de cómo quiere vivir.
4. Es recomendable que entre a cursos que le ayuden en las áreas que quiere fortalecer, como son: las relaciones humanas, mente positiva, desarrollo espiritual, entre otras.
5. Busque ayuda espiritual y profesional que le guíe a través de un coach a encontrar el sentido de la vida y a comprender que todos tenemos una razón de ser en este mundo. Todas las maravillas que existen en el mundo fueron creadas por la sabiduría de Dios, sintonícese con Él para su máxima realización.
Samuel Merlano Medrano,
psicólogo clínico. Telf.: (09) 156-5919.