Infidelidad mutua
Hace tres años descubrí a mi esposo viendo a su exnovia varias veces. Esta persona me llamaba a decirme que la quería a ella y no a mí. Él se fue de viaje, lo evidencié por fotos que ella publicó en una red social. Lo encaré y él me juró que solo iba a esa casa por agradecimiento a los padres de ella, que lo habían ayudado mucho. Nos separamos por un tiempo, pero después él regresó.
Yo lo trataba muy mal, comencé a ir a fiestas, salí con dos personas. Mi esposo me descubrió, hace poco tiempo encontró unos correos que me escribí con un chico que no significó nada importante. Él dijo que me perdonaba, que íbamos a comenzar de cero, olvidando todo; pero hemos llegado al punto que no confiamos el uno en el otro.
Mi esposo dice que me ama y yo lo amo. No estoy laborando, estoy en casa con mis hijas, pero he tenido varias entrevistas de trabajo. Él dice que a veces no cree que vaya a una entrevista, sino a otro lado. Quiero que esto se solucione porque el estrés de pelear siempre me tiene exhausta.
N. N.,
Guayaquil
Los sentimientos que fundamentan un matrimonio son una unidad auténtica y tomar muy en serio el deber de la fidelidad. Las personas deberían preguntarse: ¿Es realmente mi pareja la persona más importante en mi vida? La pareja deberá tener firmeza de personalidad, conducta responsable y aptitud para solucionar conflictos y tensiones. Aceptando estas reglas, usted y su esposo deberían dialogar en un sitio tranquilo y agradable (sin interrupciones), utilizando un lenguaje sencillo y claro, expresando los sentimientos que los unen, los objetivos comunes, sus miedos y debilidades, evitar una paz fingida que conduce a la insinceridad e hipocresía.
Es importante que aprendan a ceder, hablar libremente, analizando qué idea tiene cada uno del mutuo comportamiento, de los sentimientos y de las responsabilidades que determinan el sentido de la convivencia. Decidir cómo se apoyarán mutuamente, cómo se respetarán y finalmente cómo se demostrarán siempre su amor.
La confianza puede ir fortaleciéndose si aprenden a comunicarse, poniendo toda su capacidad y disposición para tomar en serio los sentimientos de su pareja, animándose para que hablen con entera libertad, sin temor a ser criticados. Cada uno puede reflexionar y transmitir qué podría cambiar en sí mismo a fin de mejorar la relación. Eviten expresiones destructivas de la relación y palabras hirientes. Si aprenden a comunicarse habrán dado un gran paso para que su matrimonio funcione, sobre todo porque usted dice que se aman. Les deseo lo mejor, inténtenlo. (F)
Susana T. de Rumbea,
Psicóloga clínica.
Telfs.: 288-1875, 098-893-9539.