Joven desilusionado
Tengo un hijo de 14 años, buen chico, respetuoso y buen estudiante; en diciembre de 2016 acudió a hacer las pruebas para entrar a las formativas de su equipo deportivo favorito, fue seleccionado y le dijeron que lo llamarían al siguiente año, pero eso nunca sucedió. Acudimos y le pedí al profesor que le permita presentarse, pero no lo aceptaron, y desde esa fecha mi hijo está muy triste y llora. Sigue estudiando y actuando normal, pero yo siento su dolor. Su más grande sueño era estar en el equipo de sus amores, y se lo arrebataron. Yo le explico que a veces esas cosas pasan, que se inscriba en otro equipo, pero no responde y no tiene ganas de hacer nada. ¿Cómo lo incentivo para que vuelva a ser el chico con ilusiones de antes?
Priscila,
Guayaquil
Estimada Priscila, en la edad de su hijo se es vulnerable a ser afectado por situaciones como la sucedida, por ser una edad en la que se afirma la identidad. A la vez, es una edad en la que él puede comprender lo sucedido y aprovechar la situación como una experiencia de aprendizaje.
Ante las situaciones críticas en nuestras vidas, solo tenemos dos opciones: una, dejarnos derrotar por lo ocurrido y llenarnos de amargura, y la otra, aprender de esas situaciones para salir fortalecidos. Aproveche usted esta oportunidad para ayudar a fortalecer el carácter de su hijo.
La vida de una persona no puede estar centrada en un solo objetivo, pues al no alcanzarlo vienen el desconsuelo y la desesperanza, que es lo que está sucediendo con él. Además, hay que tener cuidado, puesto que los padres inconscientemente somos los que más atesoramos esos sueños para ellos y, sin darnos cuenta, les transmitimos nuestros sentimientos de decepción.
Es la oportunidad para hablar con él, más allá de lo sucedido, sobre el aprendizaje de esta experiencia, ya que denota que su hijo está poniendo su valía como persona en un deporte; aproveche haciéndole reflexionar sobre sí mismo, sus características, su valores; ayude a su hijo a ver otras opciones para que ocupe su tiempo libre y que considere que esta negativa puede ser transitoria, que cada cosa tiene su tiempo y hay razones que desconocemos al presente, pero con el tiempo se pueden ver. Apoye a su hijo para que él dedique su tiempo a otras cosas y no deje de practicar por su cuenta el deporte que tanto le gusta, a lo mejor este tiempo es un compás de espera para que él se perfeccione en lo que le gusta.
Dra. Mónica Llanos Encalada,
psicóloga clínica, educadora.
Telf.: 099-183-9592.