Mala experiencia

10 de Noviembre de 2013

Hace unos meses por casualidad de la vida volví a encontrarme con un amigo de mi niñez, pues se cambió de casa en aquellos años y no supe más de él. Cuando lo volví a ver me agradó mucho, porque siempre fue el niño que me gustó desde que estaba pequeña y yo a él. Tuvimos una relación que duró un par de meses y en ese tiempo todo fue maravilloso para mí, pero cuando me di cuenta de que él solo pretendía hacerme ilusiones, decidí separarme de él, pues solo buscaba utilizarme como un objeto sexual. Cuando descubrí que mantenía al mismo tiempo conversaciones con otra mujer, lo eliminé de mis contactos telefónicos, nunca le reclamé nada pensando que me iba a ofrecer una disculpa, pero no fue así. Han pasado cinco meses desde aquel entonces y no ha vuelto a llamarme, ni escribirme. Necesito que me aconsejen, porque a veces siento la necesidad de buscarlo. Tengo 30 años y el 33.

Diana,

Guayaquil

 

Empezaré diciéndole que los amores de la infancia no se olvidan nunca, porque estos son realmente una vivencia única para todo ser humano, son nuestras primeras emociones, donde todo es maravilloso, época en que estamos experimentando nuevos sentimientos y descubriendo

el milagro del amor. Estas relaciones no tienen nada que ver con lo sexual, se dan más bien por cualidades físicas o emocionales, son sanas e inocentes y por eso mismo nos dejan un sabor muy agradable. En el transcurso de la vida recibimos miles de experiencias que proceden generalmente del entorno familiar y cuando estos patrones de conductas no son buenos, sino abusos, maltratos, abandono, entre otros, se producen grados y variables de la personalidad, tornándose en seres desagradables, mentirosos, crueles, que van por la vida lastimando a las personas que dicen amar. Toda infidelidad deja sentimientos de culpabilidad, que posiblemente él no pudo afrontar y decidió huir, lo que sí dejó bien claro es que no le interesaba seguir a su lado. Esto lejos de hacerla sentir mal debe hacerle pensar que más bien tuvo la oportunidad de salir de una relación que no valía la pena continuar y que supo aprovecharla. Le aconsejo que trate de olvidarlo, no lo busque, porque solo regresaría para utilizarla y lastimarla una vez más. Apóyese en sus familiares y amistades, no se obsesione, enfóquese en su trabajo y luego de que haya sanado su herida, empiece una nueva relación que la valore y la ame como se merece.

Dra. Linda Coronel de Arias, psicóloga clínica.
Telfs.: 224-8591, 099-340-7550.

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