Mujer deprimida
Tengo depresión, me siento triste y trato de refugiarme en mis cosas. Mi hijo es lo más importante para mí. Conocí a un señor con el que llevo tres años de relación. Él me mintió, ya que al año me enteré de que era casado. A pesar de ello seguí con él, aguanté su mal carácter, pues me decía que así era él y que lo perdonara. Por casualidad encontré cosas que indicaban su infidelidad y se puso molesto. Decidí terminar esta relación, son muy duros estos días. Estoy segura de que es lo mejor. Espero que me orienten.
Marilín,
Daule
La depresión es una enfermedad que embarga a un porcentaje muy significativo de la población mundial, independiente de su situación cultural o económica, género, edad, ocupación, raza o credo; realmente es uno de los padecimientos más discapacitantes que es imprescindible atender y, sin embargo, por prejuicios no se la enfrenta de manera terapéutica por parte de quienes la padecen y en no pocos casos es tomada como un malestar menor, incluso por profesionales en la salud desactualizados. La tristeza y el aislamiento son síntomas inequívocos de que usted la sufre y de manera natural a dicha dificultad se refugia en su micromundo y en su hijo único, tendiendo así hacia el ostracismo. Cuando apareció un ser con cierto atractivo a quien en primera instancia lo idealizó, posteriormente percibió su falsedad, infidelidad, carencia de ética, egoísmo y personalidad inmadura, matizada por caprichos y mal genio. Usted, apreciada amiga, tuvo la entereza de reconocer que el individuo no es el socio apropiado para su proyecto de vida, al concluir con él se inició el proceso de su liberación. Usted atraviesa un duelo afectivo, dada la ruptura de su relación, al principio sufrirá, lo cual lastimosamente es indispensable para su curación emocional. Pero el sufrimiento tendrá su fin.
Requiere un tratamiento en el que intervengan los factores psicoterapéuticos, psicofarmacológicos y la psicoeducación, elementos esenciales para desarrollar un proyecto de vida integral edificante para sí y generar el incentivo y ejemplo positivo que necesita su hijo para su vida propia. Su autoestima y sentido de felicidad crecerán y usted disfrutará de un innovado deseo de vivir. ¡Decídase a ser feliz!
Dr. Eduardo Santillán Ph.D.,
psicólogo clínico-neuropsicólogo. Telfs.: 098-720-2411, 098-017-5745.