Niño solo come licuados
Mi hijo tiene 4 años y no come sopas, a menos que sean licuadas. Come algunas frutas, si es en jugo o batido. Lo he intentado todo, pero se produce el vómito ante cualquier comida. Además, mis familiares le ofrecen golosinas, aunque les pido que no lo hagan. ¿Qué tipo de especialista me puede ayudar o qué método sigo? A veces me gana la rabia y le doy nalgadas, pero después me arrepiento.
Paula,
Guayaquil
Estimada Paula: por la edad del niño, se puede comenzar a presentarle los alimentos de una manera distinta; por ejemplo, las verduras se las puede añadir junto con el arroz o algún otro carbohidrato que sí sea aceptado por él. Uno de los más conocidos es el arroz con pollo, al cual se le podría agregar pedacitos de zanahoria, pimiento o alverjas (sueltos, no ocultos). Otra de las opciones es hacer chips de camote.
En referencia a las frutas, no es recomendable presentarlas en forma de jugo por la cantidad de azúcar que pueden aportar, pero sí es una manera para empezar a introducir un nuevo sabor, y una vez que el pequeño lo acepta ya podría mostrarle dicha fruta en diversas, llamativas y divertidas formas, como bolitas, corazones, entre otras.
Es importante tener en cuenta que utilizar los alimentos como una medida de premio o castigo es un error en el que caen los padres de manera frecuente, lo cual provoca que la hora de la comida o el momento en que se presenta un nuevo alimento se convierta en una mala experiencia, porque él lo relaciona como “me van a premiar o a castigar”.
Otro de los puntos a considerar es que el niño debe ingerir sus alimentos en un ambiente relajado, no volverse groseros con él y no insistir en que coma. Esto es un proceso de aprendizaje. Los hábitos saludables se deben inculcar desde temprana edad, si no se lo hizo desde el inicio, cuesta tiempo y paciencia; sin embargo, es cuestión de hacerlo de manera divertida.
Una de las actividades que se recomienda es que se involucre al niño en las compras del supermercado, de esta manera él puede ver la variedad de frutas y verduras que existen y habrá alguna que le llame la atención; esa es una excelente oportunidad de presentárselas en el plato.
Efectivamente, toma tiempo y dedicación, pero es la única manera de ayudar a nuestros hijos a que coman de manera saludable y que sea una enseñanza para toda la vida. Es complicado evitar que se les brinde golosinas, pero es necesario que como familia entendamos que hacer esto de manera regular no es lo adecuado para el niño. Es decir, debemos evitar que él asocie la visita a la casa de un familiar con un caramelo, chocolate u otra clase de comida chatarra que se le podría ofrecer.
Recuerde que la comunicación con los hijos es lo primordial. Nunca está de más preguntarle qué le gusta. Promover distintas actividades de cultivo de vegetales o frutas es otra de las actividades en las que el niño puede ser parte del proceso, para luego incentivar su consumo. (F)
Lcda. Gabriela Peré Ceballos, magíster en Nutrición y Metabolismo, jefa de Nutrición del Hospital de niños Dr. Roberto Gilbert Elizalde
