Padre fue insultado por su hijo
Vivo solo desde hace 4 años, porque me separé de mi esposa. Una vez tuve un altercado con mi hijo mayor, de 30 años, solo porque le pregunté a mi nuera qué le pasaba a él, ya que lo veía mal. El problema es que ella le contó a mi hijo las cosas a su manera y por eso él me insultó y me mandó al infierno. Ahora no me habla y tampoco me llama. La verdad, me da mucha pena que me rechace. Quiero saber si acercarme a mi hijo a pedirle disculpas por el malentendido o esperar que él se acerque a mí.
Jacinto,
Machala
El irrespeto de los hijos adultos hacia sus padres se origina en la niñez, y esto se da por la carencia de límites en la educación y crianza, por la sobreprotección y la permisibilidad que le han dado sus progenitores en el ambiente familiar, impidiendo que estos tengan una tolerancia normal a la frustración cuando no pueden satisfacer algo que ellos desean. Los niños deben aprender desde muy pequeños que no todo lo pueden tener, a tolerar los fracasos y a diferenciar el bien del mal, porque esto redundará en una mejor formación de su personalidad. Se deben considerar otros factores tales como: ¿Cuáles fueron los patrones de conducta observados en su hogar? ¿Los gritaba, los humillaba, o los maltrataba? ¿Su divorcio por qué se dio? ¿Hubo lugar a resentimientos? ¿Mala relación con su nuera? No encuentro un justificativo para este desatino, un hijo bien criado y amado jamás podrá enjuiciar y peor insultar a su progenitor, porque si bien es cierto que cualquiera de las falencias arriba anotadas pueden haberse dado, también es cierto que el convertirse en hombre y en padre lo capacita para saber que a estos se les debe amor, respeto y agradecimiento. Su hijo está muy equivocado y su nuera peor, por haber sido la causante de esta separación. Mi recomendación es que usted realice un buen análisis de su comportamiento y el de su hijo, que tome la iniciativa para mejorar la relación con él, invítelo a su casa y más adelante hablen sobre el problema que se suscitó, considero que no debe pedirle disculpas porque usted está muy consciente de que no originó este conflicto. ¡Ayúdelo una vez más y logre que él se sincere con usted! Su propia conciencia se encargará de decirle a él lo mal que ha tratado a su padre. Recuerde: en estos asuntos no hay vencidos ni vencedores. Solo hay amor y más amor.
Dra. Linda Coronel de Arias,
Psicóloga clínica. Telf.: 224-8591, (09) 340-7550