Pareja indiferente
Tengo una relación de tres años con mi actual conviviente, ella tiene un nene de 6 años y no es mi hijo biológico, pero lo adoro como si fuera mío. Ahora siento que no soy feliz, ella no quiere estar conmigo, siempre me dice estoy cansada, estoy enferma. Busco la manera de llegar a ella, pero me esquiva. Solo se pone bien cuando vamos de compras. Yo soy un hombre del trabajo a la casa, sin embargo, a ella le gusta salir o pasar más tiempo con sus compañeros de trabajo. La otra vez me dijo que llegaba a las 02:00, pero en realidad llegó a las 06:30, sin importarle que a mí me tocaba entrar a trabajar a las 04:00, y el niño hubiese quedado solo en casa. ¿Está bien que comience a pensar que las cosas no marchan? No me considero perfecto, pero no soy un mal hombre. Le he dicho que vayamos a una orientación familiar, pero no quiere, ya que es psicóloga educativa. No quiero tener mi primer fracaso, sería decepcionante, me dolería mucho, también por el niño, porque sé que va a sufrir.
Javier,
Guayaquil
En todos los matrimonios o uniones, siempre hay problemas que se dan por las diferencias que existen entre los miembros de la pareja, algunas veces son por cosas muy pequeñitas y otras por razones de consideración. Estas diferencias están vinculadas a problemas personales, familiares, con los hijos, laborales, por enfermedad, trabajo o económicas.
Pero hay otras variables que van lacerando la relación y que se presentan de una forma soslayada: la falta de comunicación, el no saber afrontar las dificultades que se dan dentro del hogar, la falta de respeto y de compromiso, la intolerancia, la aparición de la rutina, el silencio y la falta de intimidad.
Un factor que también predispone a la desunión matrimonial es la excesiva permisibilidad, que trae como resultado una serie de conflictos, entre ellos, la falta de consideración y la desvalorización del otro. En su caso específico, tenemos que aunque su esposa salga como una forma inocente de diversión, se expone a una serie de comentarios y de ideas quizás equivocadas de sus compañeros que la ven en repetidas ocasiones sola, lo cual la coloca en una posición vulnerable para caer en la infidelidad, que generalmente comienza con comportamientos supuestamente inocentes, pero que por el simple hecho de amanecerse en fiestas donde su marido no la acompaña la predispone a acciones negativas para una mujer casada.
Usted pregunta: “¿Está bien que comience a pensar que las cosas no marchan?”. Razones le sobran para pensarlo, hay demostraciones de mucho desamor para usted y el hijo de ella, y desconsideración hacia sus intereses, porque a sabiendas de que tenía que ir a su trabajo no le importó. Y más que todo un rechazo constante a la demostración de afectividad que debe de primar en toda pareja, evitando tener relaciones sexuales, y al demostrarle que más feliz es al lado de sus compañeros que con su compañía y todo ello debe hacerle sentir desvalorizado.
La familia es una institución muy importante dentro de la sociedad, y se debe de hacer todo por conservarla. Mi consejo es que establezca una buena comunicación con ella, detecten, comenten y eliminen cada una de las anomalías que se han dado, tratando de llegar al verdadero origen de las cosas. Examinen profundamente el comportamiento de ambos, conjuntamente y cada uno por separado en todas y cada una de las áreas que se dan en el diario vivir, es necesario que con honestidad y tranquilidad, dejando el falso orgullo a un lado, traten de resolver los factores negativos que se han instalado dentro y fuera del hogar. Si usted observa que ella está dispuesta a renunciar a sus ligerezas y usted a olvidar su desdén, podrían darse otra oportunidad. Pero de no ser así, le sugiero que le ponga fin a esta relación que lejos de traerle felicidad, le traerá mucho sufrimiento. Porque debo recordarle que la relación de amor es de dos. Hay parejas que pese a que no funcionan, siguen manteniendo el vínculo por temor a la soledad, por comodidad, por factor económico. Pero cuando ya no hay voluntad ni amor para estabilizarlo es mejor romper una relación sin futuro, y buscar cada uno su camino. (F)
Dra. Linda Coronel de Arias,
Psicóloga clínica, especialista en conflictos de pareja.
Telfs.: 212-5681, 099-340-7550.
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