Pequeña sonámbula

07 de Febrero de 2016

Tengo una nena de 8 años y últimamente tiene episodios de sonambulismo. Se despierta en las madrugadas, abre y cierra los ojos, camina en la cama y se vuelve a dormir. Me da miedo despertarla y no sé por qué se produce esto.

Karina Chingre,
Guayaquil

Entre los trastornos del sueño, el sonambulismo es característico, sobre todo en la niñez. Se presenta en mayor medida, cuando un familiar ha tenido la misma experiencia. Desaparece generalmente al inicio de la pubertad o incluso antes.

El niño sonámbulo puede percibir espacios y objetos de uso cotidiano, pero no puede reconocer lo nuevo o lo que le sucede. Puede ser dirigido con tono calmo hacia la cama, si se ha levantado. Hay que asegurarse que no pueda abrir la puerta de la casa y debe ponerse fuera de su alcance lo que pudiera hacerle daño.

El sonambulismo se produce en la etapa de sueño profundo –entre 2 y 3 horas luego de haberse dormido–, de tal forma que es un acto inconsciente.

Se requiere establecer tiempos de descanso de 8 a 10 horas diarias y ciertas rutinas: ninguna actividad física exigente o ingerir azúcares en alimentos o bebidas antes de la hora de dormir; practicar meditación, lectura o conversación que despierten el afecto, la ilusión y que conviden a prepararse para dormir y soñar con beneplácito; higiene, pijama, compartir historias familiares y crear ambientes de descanso adecuado: silencio, oscuridad y desconectarse de redes de wifi y equipos al menos dos horas antes de dormir, y por supuesto el abrazo que invite al descanso.

Los niños son receptivos y en lo profundo del sueño viven experiencias que no pueden resolver cuando están despiertos. Pueden ser sentimientos de angustia por situaciones vividas por los padres, puede ser que carguen alguna culpa sobre ellos. Es recomendable hablar de lo que sienten, temen y anhelan, para liberarlos de los conflictos familiares, y que a la hora de dormir no tengan que estar vigilantes.

“Cuando el yo duerme, el inconsciente se pasea”. Sueña. Es favorable liberar a los niños de toda presión, para que su sueño y su descanso sean productivos. Los sueños pueden servir de guía, si se aprenden a reconocer y comprender. (F)

Óscar Nieto Barquet,
Psicólogo clínico.
Telf. 099-849-6326.

  Deja tu comentario