Perdona, pero no olvida

19 de Marzo de 2017

Tengo 54 años y mi esposa 46, tenemos 26 años de casados y 3 hijos. Mi esposa me engañó una vez con su jefe. Lo descubrí y la perdoné. Luego me entero de que han llevado una relación de casi 16 años, él viene al país cada cierto tiempo y es allí donde se encuentran. Lo supe por medio de unos correos. Al final la perdoné, pero no olvido estos hechos. Yo la amo y tengo miedo de que vuelva a hacerlo. Ella me ha prometido nunca más hacerlo. Pero sufro cada día, pensando e imaginando cosas.

Esposo engañado y sufriente,
Lima

Cuando dos personas se aman, se comprenden, se respetan y se conocen. Su situación tras tantos años de matrimonio es preocupante, y también la duración de la infidelidad. Por lo que dice usted ama a su esposa y eso complica más la situación.

La infidelidad se produce cuando algo falla en la pareja. ¿Qué les faltó?, es la pregunta. Quizás no hubo la suficiente comunicación para tener libertad de exponer lo que nos molesta, también no se sintieron lo suficientemente valorados, o había falta de respeto mutuo o vivían en un ambiente agresivo, tal vez no aprendieron a fortalecerse positivamente o comunicarse respectivamente sus deseos, eludieron hablar sobre posibilidades de desarrollo y madurez, o quizás no tenían la capacidad de tomar en serio los sentimientos mutuos, o muchas veces eludían hablar de sus debilidades y miedos, todos estos aspectos y más deberían analizarlos juntos, para tratar de encontrar en qué fallaron.

La confianza crece con los años de convivencia, pero desgraciadamente se pierde en un minuto y se debe tratar de recuperarla porque es la base de un amor verdadero, es sentir que la pareja no la traicionará, sino que respetará el vínculo matrimonial, que serán compañeros, que siempre se apoyarán y comprenderán, que juntos irán por la vida soslayando problemas que se presentarán y que sabrán resolverlos.

Su situación amerita que acudan a un especialista, para que en varias citas se analice y profundice objetivamente la situación. La verdad y la franqueza deben prevalecer para bien de los dos y por eso necesitan que con paciencia, tiempo y profesionalismo se encuentre un camino saludable para los dos. (F)

Susana T. de Rumbea,
Psicóloga clínica.
042-881-875, 098-893-9539

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