Relación entre primos
Tengo 29 años, mi tipo de sangre es O positivo y mantengo una relación de cinco años con un primo en primer grado de 31, quien es A positivo. Nuestra relación va excelente, pues nos amamos y tenemos el apoyo de nuestra familia. Pero tememos que nuestros hijos nazcan con algún problema de salud y quisiera saber si existe algún tratamiento para evitar que esto suceda.
Alexandra
Durán
La consanguinidad aumenta las probabilidades de transmisión de enfermedades hereditarias, ya que muchas de ellas suelen estar en alelos (cada gen tiene un par) recesivos; si se juntan dos primos hermanos portadores de alguna enfermedad que genéticamente no se ha manifestado porque no tienen los dos alelos recesivos, dependiendo de la combinación en la transmisión (que es al azar), puede dar una combinación no deseada (dos alelos recesivos) que afecte en la manifestación de una anomalía. Siempre que no haya consanguinidad, las probabilidades de que un miembro de la pareja no tenga uno de los alelos “anómalos” es mayor, por lo tanto, menos posibilidades de transmitirlo. Según el grado de consanguinidad, las posibilidades varían.
Como pareja deben recibir, en primer lugar, el asesoramiento genético, que es la atención genética clínica, donde después de un análisis de la historia familiar se le informará sobre sus riesgos específicos y las opciones disponibles, incluyendo el diagnóstico prenatal durante el embarazo en evolución, a fin de que tomen decisiones sobre su reproducción. Ese peligro estaría latente en cada uno de los embarazos, porque los riesgos genéticos son probabilidades y la probabilidad no tiene memoria, es decir, en una pareja que tuvo un niño con una enfermedad con herencia autosómica recesiva, el riesgo de que reaparezca la enfermedad en cada embarazo futuro es del 25%. A pesar de los adelantos científicos, no existe un tratamiento que pueda evitar el riesgo de una alteración genética en estos casos. En relación con su grupo sanguíneo (O+) y el de su primo (A+), existe el riesgo de que sus hijos presenten una reacción por incompatibilidad ABO conocida como enfermedad hemolítica perinatal (EHP). La incompatibilidad ABO es una reacción inmune que ocurre cuando dos muestras de sangre de tipos ABO diferentes e incompatibles se mezclan. Esta incompatibilidad sanguínea materna fetal se debe a la presencia de un antígeno del glóbulo rojo fetal heredado del padre, que no posee la madre. Algunas madres tienen una población pequeña de anticuerpos IgG contra los antígenos ABO, así que puede afectar al bebé la incompatibilidad ABO. Estas reacciones generalmente son ligeras y menos del 1% causan hemólisis grave.
Dra . Letty Muzzio de Moreno
Pediatra-genetista clínica.
Telfs.: 288-2228, (09) 554-6290.