Su esposa lo golpea
Tengo 30 años y con mi esposa tuve una relación de diez años, en la cual fruto de ese amor tengo dos niñas. Todo era bonito hasta que por cosas de la vida cometí una infidelidad con una exnovia y salió embarazada, tuvo una niña. El problema es que mi esposa no supo perdonar de corazón mi infidelidad, todos los días teníamos discusiones y siempre salía a relucir lo que hice, por lo que me maltrataba física y verbalmente, y como me sentía culpable de lo que hice me dejaba pegar hasta que de tantos golpes me desvió el tabique. Hace dos meses no soporté más golpes y decidí irme de la casa. Extraño mucho a mis dos hijas a tal punto que me deprimo y me siento muy mal. También me enteré, por alguien de confianza, que mi esposa estaba saliendo con un hombre mayor que yo. Me llené de coraje y valor, y la enfrenté. Le dije lo que me habían dicho y me confirmó lo que me dijeron. No creo lo que me dijo y tengo la esperanza de volver con ella, porque a pesar de todo la amo mucho y no me resigno a perderla. ¿Qué hago?
G2, Guayaquil
Le sugiero revisar la historia de vida que relata: si todo era bonito entre ustedes, ¿cómo así la vida lo empujó a tener relaciones sexuales y embarazar a su exnovia? Se podría entender como si la otra persona o la vida son las responsables de aquel acontecimiento, luego comenta que su esposa no supo “perdonar de corazón”, esto podría entenderse como que le tocaba olvidar que existe una hija suya en otra relación y que usted no es responsable de sus actos, esto genera una herida mayor a quien se podría considerar traicionada. Parecería que en este relato producto de la culpa se están justificando las acciones y delegando la responsabilidad a los demás. La violencia no es algo que se pueda justificar por ninguna razón, somos seres humanos y proaccionamos, no reaccionamos, aunque las creencias ancestrales suelan repetir que somos reactivos, de ahí que producto de sus actos exista una sanción personal y como pareja. Cuando acepte esa realidad se le hará más sencillo abordar algún proceso de comunicación con la madre de sus hijas, ya que al parecer desde que usted fue infiel no se solucionó aquel conflicto y, por el contrario, terminó elevando los niveles de distancia en la relación que mantenía con su esposa y desarrollando niveles de violencia que se fueron incrementando; ella le aclaró que ya tiene otra relación, mezclar los roles de pareja y padre hace que usted no pueda acceder a ver a sus hijas, si decide aclararse podrá disfrutar de sus tres hijas; en caso de que no logre hacerlo solo, acuda a un profesional confiable que lo asesore en este proceso. Para que su situación de vida mejore, le toca detenerse y liberarse de la culpa, entender y asumir la responsabilidad de sus acciones y perdonarse por sentirse víctima o aceptar el rol de víctima y creérselo, luego de eso mejorar en su proyecto de vida real acorde con la nueva visión.
Jorge Luis Escobar Tobar, psicólogo clínico. Telfs.: 229-0081, 09-957-2563.