Sudoración y malos olores
Soy usuaria del servicio de transporte público y he notado que aparte de comportamientos inoportunos como no ceder el asiento a una persona mayor y comentarios sexistas de los hombres hacia las mujeres, se percibe algo repetitivo y molesto, se trata de molestos olores provenientes de las axilas, que llegan a ocasionar repulsión a mí y al resto.
Esto pareciera ser una conducta normal y aceptada por la mayoría. Pero ahora me está pasando con un compañero de trabajo, que se sienta bastante cerca y tiene este problema. Quiero conocer si debo aceptar esta realidad o qué puedo hacer para ayudar a mi compañero y no hacerlo sentir mal.
Anónimo,
Guayaquil
Respuesta 1: En la sociedad ecuatoriana, de acuerdo a un reciente sondeo local, se pudo conocer que un 85% de los consultados conoce a una persona con sudoración excesiva y mal olor. En Guayaquil el problema se agrava a causa del clima, sin embargo la falta de conocimiento sobre los métodos a emplear para protegerse del mal olor provoca el mencionado malestar o en su variable “una conducta normal y aceptada por la mayoría”. Sería importante que comunique a su grupo social y allegados que el verdadero causante del mal olor son las bacterias que se producen en la piel, mas no el sudor. No dude en compartir a su colega que este hecho natural provoca una situación incómoda. No existe un producto posicionado, tal como desodorante u otro, con un atributo de alta protección. Es preciso realizar campañas educativas que amplíen este tema y contribuyan a la comunidad. En su caso, estaría ayudando a su compañero a mejorar sus relaciones sociales y no ser alienado, ya que muchos ciudadanos padecen de esta condición.
Diana Mazzini
Socióloga, diplomada internacional en Responsabilidad Social, tecnóloga en Gerencia Social y Desarrollo Humano.
Telf.: 099-337-6658.
Respuesta 2: Aunque usted tenga la impresión de que es “una conducta normal y aceptada por la mayoría” no es así. Lo que sucede es que por ser un tema que compete a la intimidad de las personas, es delicado cruzar esta línea.
Es conocido que en un transporte público de cualquier ciudad se puede encontrar ese tufo tan desagradable. Allí es poco o nada lo que se puede hacer ya que la interacción es momentánea. Comprendo que se vuelve más desagradable cuando se trata de compartir por más tiempo con un compañero de trabajo.
Cuando tenga oportunidad hable de lo que significa la transpiración, a todos nos sucede. La diferencia radica en el cuidado que ponemos en la limpieza diaria, primer paso de nuestros deberes y obligaciones corporales. Mi recomendación: sea lo suficientemente prudente y discreta para que su compañero de trabajo no se sienta incómodo. Tal vez él ni siquiera se ha dado cuenta de esta anomalía. (F)
Mariquita Noboa,
Instructora de etiqueta y modales.
Telf.: 099-74- 3195.
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