Traicionó a su esposo
Tengo 18 años y un bebé. Mi esposo me ama a morir, y yo solo lo quiero porque antes de tener a mi niño me gustaba jugar con los sentimientos de los hombres. Por más que quiera o intente amarlo, siento que no lo puedo hacer. Estoy estudiando y ya le fui infiel, quiero cambiar, pero no puedo. Ya terminé con el otro chico con el que estaba. Quiero ser feliz, pero el problema soy yo. Necesito saber si requiero de un psicólogo, porque ya no quiero tener ese mal juego en mi vida. Deseo cambiar de corazón, sobre todo por mi bebé, que apenas tiene diez meses. ¿Qué me recomienda?
N.N.,
Guayaquil
Su caso es el clásico ejemplo de la chica que se divirtió en más de un sentido durante la adolescencia y terminó embarazándose (muy probablemente por accidente) de un muchacho que se enamoró de ella. El nacimiento del niño no afectó significativamente su estilo de vida al comienzo, pero ahora ha empezado a darse cuenta de las implicaciones de su conducta en la vida del niño, preocupación que incluye los sentimientos suyos hacia el padre y el futuro de la relación. Es necesario que se detenga y analice cuidadosamente su expresión “quiero cambiar, pero no puedo” al referirse a estar con otros hombres, porque a no ser que se deba a alguna enfermedad (¿ninfomanía?), es algo que depende enteramente de su voluntad. Por supuesto que necesita ayuda para recuperar su autoestima e ir construyendo su madurez emocional, al fin y al cabo solo tiene 18 años, pero el primer paso es detener la degradación moral. Tome la presencia de su niño como una señal de advertencia que la vida le está ofreciendo para indicarle que hay que hacer rectificaciones en su camino. Puede empezar revisando la relación con su marido y proponerse mejorarla. Comenzar a tener orden en su vida es el primer paso hacia buscar la felicidad. Le deseo mucha suerte.
Dr. Lenin E. Salmon,
psicólogo clínico. Telf.: 228-2662.