Formación contra la violencia

La campaña Amiga, ya no estás sola, impulsada por el Municipio de Guayaquil, busca ayudar a frenar los casos de violencia contra la mujer, pero la formación en igualdad empieza desde niños.

La prevención contra la violencia y en favor de la igualdad entre hombres y mujeres comienza en la infancia.

¿Qué puede hacer para fomentar una conducta positiva en sus hijos o niños? Johana Izurieta, magíster en Máster en Género y Cooperación para el Desarrollo y en Gestión para las Transformaciones Sociales en la Globalización, ofrece algunas pautas para los padres. Sirven también para identificar si sus hijos son víctimas de algún tipo de violencia.

Preguntas para reflexionar

Es fundamental tener una relación cercana y de confianza con los menores. Por eso, la especialista sugiere algunas preguntas que inviten a los padres a autoanalizarse: ¿Qué tan bien los conocen? ¿Qué tan cercanos son? ¿Qué tan bien conocen los nexos, sus amiguitos, las personas cercanas al núcleo familiar? ¿Cómo identifico el cambio de temperamento, el cambio de ánimo, si se deprime, si llora mucho, si vomita?

Atentos al comportamiento

Los niños son hiperexpresivos, dice Izurieta. “Uno, como adulto, si está triste, intenta disimular, los niños no. Si están angustiados, preocupados y tristes, no lo van a disimular,

aún no han generado ese tipo de aprendizaje y su malestar se manifestará en sus calificaciones, en su nivel de atención, en qué juegan, a qué juegan, o si aumentan su agresividad”, explica. “Es hacer un llamado a los padres o tutores a que estén atentos al comportamiento de sus hijos y que constantemente estén atentos a ellos, que tengan una retroalimentación. Hay una diferencia entre preguntar ¿cómo te fue en la escuela? a ¿qué fue lo mejor que te pasó en el día? La última pregunta invita a conversar”.

Importancia del ejemplo

¿Pueden los niños aprender la violencia? Sí, dice la especialista, pero asimismo están abiertos al aprendizaje de conductas positivas, siempre que sus padres lo prediquen con el ejemplo. “Somos como computadoras que vienen sin programación y nos vamos programando con los años y es lo que vamos construyendo. En ese proceso, lo importante es el ejemplo, no el discurso, porque los niños no son bobos. Se dan cuenta de que los adultos les dicen una cosa, pero hacen otra y eso les hace cortocircuito y simplemente no lo van a aceptar, porque se dan cuenta de que hay una incoherencia que no la entienden y no van a saber qué seguir”. Pero finalmente se inclinarán a copiar lo que hacen los adultos a su alrededor.

Fomentar la igualdad

¿Qué significa? “Cuando hablamos de cambiar los patrones socioculturales, nos referimos a entender que ambas personas (niños y niñas) están en la misma posición de construir el sueño que ellos deseen y que ambos deben respetar a los demás y cuidarse entre ellos”.

¿Cómo fomentar esta formación? Desde la igualdad de reglas y cuidados: “No hay que permitirle solo al niño que utilice el espacio público mientras a la niña la tengo encerrada. Hay que reconocer que niños y niñas están en similar situación de vulnerabilidad, la protección es para ambos, por igual. A ambos se les debe enseñar a saber defenderse, a cuidarse y avisar cuando algo los ha lastimado o cuando sienten una amenaza”.

Tampoco debe existir una diferencia entre el diálogo con sus padres. Los adultos deben ser abiertos en la conversación con ambos. “Si no, estaremos poniendo a uno de los dos en una situación de vulnerabilidad: la niña se sentirá sobreprotegida y el niño se pensará demasiado libre”.