Ilusiones en la tercera edad
El estado de feliz anhelo por alcanzar una meta o cumplir un deseo hace que la vitalidad se eleve.
Cuando hablamos de los adultos mayores, mantener vivas sus ilusiones podría ayudarles a tener buen ánimo y predisposición para encarar el diario vivir con alegría.
Esa “esperanza, cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo” –segunda acepción de la palabra ‘ilusión’ que consta en el Diccionario de la Real Academia Española– funciona como un motor de vitalidad.
La coach Katushka María Vallejo, máster en Programación Neurolingüística, señala que si contamos con ilusión podremos tener más fuerza a la hora de afrontar situaciones desfavorables.
Señala que los familiares de las personas de la tercera edad pueden ayudarlos de muchas maneras; en primer lugar, conociendo sus necesidades, qué piensan, cómo se sienten; pues la sociedad excluye a los adultos mayores y ellos mismos parecen, en la mayoría de los casos, dispuestos a arrinconarse en un lugar de la casa.
Todos deberíamos tomar conciencia de que envejecer es un hecho ineludible, es una situación que nos va a llegar; por lo tanto, debemos colocarnos en su lugar y tratarlos como nos gustaría que lo hagan con nosotros cuando lleguemos a esa etapa de la vida.
Lo principal es darles afecto, señala la psicoterapeuta, demostrarles aprecio y cariño. En una atmósfera de amor, el adulto mayor podrá mantener vivas sus ilusiones. Hacerlo sentir útil con actividades de que no lo pongan en riesgo, concienciarlo sobre la importancia del cuidado de la salud y de prevenir accidentes caseros.
Lo ideal es un proyecto de vida
La psicóloga clínica Shirley Villao, asistente técnica del Centro Gerontológico Municipal Dr. Arsenio De La Torre Marcillo, aclara que para la Psicología, la ilusión es una esperanza que no tiene fundamentos. Es decir, algo que parece que pero no lo es, por eso asociamos a las ilusiones como parte del enamoramiento, que en cierta manera es momentáneo. Lo ideal sería hablar de una meta trazada, un proyecto de vida.
Tener un proyecto de vida es fundamental, sostiene Villao; de lo contrario se vive sin rumbo, sin sentido, por eso demasiada gente tiene múltiples frustraciones en cualquier etapa de su vida.
Un proyecto de vida en la etapa adulta es tan válido y necesario, como lo es en cualquier de las otras etapas de la vida. Les ayudará a realizar diferentes actividades, a mejorar las relaciones familiares y sociales, a aprovechar mejor el tiempo en actividades constructivas y de agrado, a recuperar o establecer autonomía.
La familia y los pares son pilares básicos para que el adulto mayor se sienta motivado a realizar, desarrollar y/o aprender actividades nuevas que le permitan un disfrute de esta etapa. Se recomienda apoyarlos, estar interesados en el proceso, participar de las actividades y ser su primer “fan”, pero eso sí, sin sofocarlos, dándoles el espacio que necesiten para que no pierdan su independencia.
Cuando hablamos de un proyecto de vida, es decir una meta planteada, todo es válido, dice Villao, siempre y cuando se ajuste a la realidad del adulto mayor en la que vive.
Refiere que en la práctica diaria, muchos han alcanzado sus sueños, sus ideales; se han convertido en bailarines, cantantes, artistas, han encontrado un nuevo amor, son expositores de talleres, etc. La actividad siempre estará sujeta a lo que gusta o agrada al adulto mayor.
Villao motiva a toda persona –niño, joven, adulto y adulto mayor– a ver la etapa de la vejez como una nueva oportunidad: ya los hijos se han ido del hogar, hay mucho tiempo disponible. Solo resta que se tome la decisión de cambiar la monotonía por una gran gama de actividades que no se pudieron realizar por premura; hoy existen algunos lugares a los que se puede acudir y compartir con personas de su misma edad, y a su vez personal capacitado que brinda un servicio integral.
De adentro hacia fuera
La coach Vallejo recomienda ayudar a la persona de la tercera edad a lograr un cambio de adentro hacia fuera, es decir, a mejorar la percepción que tiene sobre sí mismo para que a través de sus actos esta se fortalezca, siguiendo los siguientes consejos:
-Estimularlo a pensar siempre que sí puede, esto le va a permitir tener confianza en conseguir su objetivo y levantarse con la ilusión de vivir un nuevo día con la capacidad de superar sus miedos y obtener mejores resultados.
-Recomendarle que siga a las personas optimistas: unirse a ellos, pregúntales cómo lo hacen, invertir tiempo en modelar a aquellas personas que sí lo están consiguiendo. Incentivarlos para que lean más a menudo o vean videos motivadores en internet.
-Rodearlos de pensamientos positivos: esta es una excelente terapia aplicada en la programación neurolingüística, y a la vez le ayuda a ejercitar su memoria. Seleccione aquellas frases que lo motiven, que lo apoyen en el día a día, escríbalas en una cartulina y póngalas en un lugar visible en distintos sitios de la casa donde las pueda ver frecuentemente. Lo ayudarán a mantenerse alerta y no lo dejarán caer en el desánimo.
-Permitirle contar sus historias: es sumamente importante porque un adulto mayor se siente feliz cuando lo escuchamos.
-Alentarlo para que visite a sus mejores amigos: le permitirá revivir su pasado, y más aún si estos tienen optimismo verá en ellos modelos de vida.
-Llevarlo de viaje: lo reconforta, desestresa y lo recarga de energías nuevas.
-Activarlo: una de las mejores formas de mantenerse animado es moverse. Ya sea en el gimnasio, haciendo una caminata o regando las plantas. ¿Por qué no bailar? Cualquier movimiento le ayuda a que su nivel de energía y vitalidad se eleve.
-Propiciar formas de intercambio intergeneracional: las personas mayores, como todos, necesitan ese contacto. La vida familiar es un ámbito de crecimiento, entre otras cosas, porque nos permite la riqueza de influirnos. Es un beneficio para abuelos y nietos, jóvenes y mayores. Es un factor dador de salud desde la familia.
Paulatinamente cada persona decide que reducirá drásticamente su ritmo vital, que no hará deporte, ni aprenderá informática, ni viajará, ni practicará el sexo... Es decir, establece cuándo es “viejo para...”. Preguntémonos qué podemos hacer por nuestros adultos mayores y qué pueden hacer ellos por sí mismo para vivir con más optimismo.
¿Cree usted que la ilusión ayuda a vivir mejor?Coméntenos