Dormir en el avión
¿Quién quiere dormir cuando se va en un vuelo que nos lleva al destino deseado? Es posible que usted esté viviendo la excitación de las emociones que va a vivir en ese parque temático del que tanto le han hablado, pero sí, hay quienes quieren dormir, dormir y nada más que dormir porque tienen que llegar a trabajar luego de haber realizado intensas jornadas laborales.
En esas circunstancias lo indispensable es mantener el adecuado respeto por la tranquilidad de los demás pasajeros.
Cumpla al pie de la letra las indicaciones que se reciben de las azafatas. Escuche con atención.
No fumar, ni en los servicios higiénicos, no encender los aparatos electrónicos y mantenerse en sus asientos cuando la luz de prevención se prenda, es imprescindible para una convivencia pacífica, pero sobre todo para su seguridad y la de todos.
Si decide mirar televisión, le recuerdo que eso lo estimula y no podrá descansar. Si su deseo es volver a ver Beethoven y celebrar una vez más las ocurrencias de ese adorable cachorro San Bernardo, hágalo, pero sin estridencias. Tranquilo. La risa estentórea va a fastidiar a los que quieren conciliar el sueño.
Algunas aerolíneas ofrecen opciones de proteínas para la hora de la comida, otras presentan una carta con valores a cancelar. No se ponga a discutir si paga o no paga. Antes de abordar revise las posibilidades alimenticias.
Si viaja con niños menores de 8 años, es indispensable que lleve lápices de colores, cuadernos para pintar, juguetes de acuerdo con la edad y la comida que le corresponde. Siempre tiene la opción de pedirle a la azafata que ‘por favor’ caliente el biberón o compota.
Los asistentes de vuelo están entrenados para su atención y confort durante las horas de viaje. Si tiene frío, pida una colchita. Si tiene sed, agua. Pida lo que quiera, pero hágalo con cordialidad. Las palabras ‘por favor’ y ‘gracias’ son indispensables.
Si va a escuchar música, regule la intensidad del sonido. Evite incomodar a su vecino que necesita descansar.
A la hora de comer, póngase la servilleta en el regazo. Le va a proteger la ropa. No hay posibilidades de pedir repetición.
¿Pletórico y feliz por las buenas compras en alguna zona libre? Magnífico, pero hable en voz baja. Que todo el avión no se entere de sus habilidades comerciales.
Que disfrute su viaje, pero recuerde que siempre hay quien quiere… zzz… (O)