Guacharnaco
Raúl me escribe para que lo oriente sobre la forma como puede tener mejor relación con la mamá de su enamorada. Dice que un día la fue a visitar y al llegar a la puerta de su casa escuchó cuando la señora decía a Viviana: “Ya deja de andar con ese guacharnaco”.
La preocupación de Raúl es porque sostiene que entre él y la mamá de su enamorada “no hay buena química”. Lo primero que le tengo que decir a nuestro amigo lector es muchas gracias por su comunicación y por la libertad de contarme todo lo que me ha escrito en su nota.
Comenzaré por decirle que guacharnaco es una expresión coloquial que identifica a una persona mal trajeada, deslucida o de aspecto descuidado. No hay que ofenderse por esto, por el contrario, vamos a tomar acciones que te van a favorecer hoy, mañana y pasado.
• Me dices que aunque te bañas todos los días, no te lavas la cabeza; es lógico que vas a tener una presentación muy poco favorable. La base de la buena imagen se fundamenta en el aseo diario, esto es lo que se aprende desde que somos chiquitos, primero en la casa y luego en la escuela, donde hacíamos trabajos recortando figuritas –hoy son electrónicos– para definir el concepto y beneficios de la urbanidad.
• Si después de jugar pelota visitas a tu enamoradita, mientras ella está nítida y linda, esperando a su amor, resulta que llegas hecho añicos y maloliente, porque cuando no nos lavamos la cabeza se forma una seborrea que despide mal olor. Pela el ojo, Raúl. El éxito está en el cambio y vas a cambiar para mejorar: baño diario, incluyendo la cabeza.
• Dices que hace dos años no te cortas el pelo y hace uno, la barba. Te sugiero visitar al peluquero y buscar opciones que favorezcan al rostro.
• Vístete bien. ¿Qué es vestirse bien? Hay una clave que vas a recordar siempre: el buen vestir responde a la ocasión. Hay que vestirse según la edad y el lugar a donde vamos. A esto se añade la hora; ya sabemos que hay ropa para el día y otra es para la noche. Si eres cuidadoso en tu vestir, te garantizo que hasta puedes ser ascendido en tu trabajo.
Ánimo a Raúl y a todos los Raúles. El buen vestir es tu primera tarjeta de presentación y la antesala de tus buenos modales. (O)
