Reglas de oro en la U.
Independientemente de la carrera que hayas decidido emprender, llegar a la U. no solo es buscar conocimientos y un título. Transitar por las aulas universitarias es vivir un nuevo camino que nos ayuda en nuestro crecimiento personal y profesional.
• Recuerda siempre que todo es cuestión de respeto. Evita el lenguaje vulgar. A la postre, siempre se termina marginando a los que hablan groserías.
• A la U. no se va a competir con nadie, aquí todos somos aprendices.
• Trata de “usted” a los profesores, directivos y personal administrativo.
• En la U. nos encontramos con personas de todas las razas y creencias. Lo recomendable es ser respetuosos con todos los credos, esto no desvaloriza a nadie y permite una mejor convivencia.
• Vístete adecuadamente. Esto significa no ir en shorts, ni con zapatillas de playa, faldas tubo, escotes ni transparencias.
• No hagas comentarios negativos de ninguna persona que comparta tu techo universitario, ni compañeros, ni profesores, ni personal administrativo. Si consideras que hay algo que comunicar, lo puedes hacer de manera ponderada al consejo universitario.
• Nunca ingreses a la sala de clases con la botella (con agua o gaseosa) ni con ningún alimento; evita que el profesor te llame la atención públicamente.
• Ojo con la fiesta en la “chiva”. Aquí lo que se privilegia es el alcohol. Recuerda que todos los excesos conllevan riesgos. Cuida tu prestigio.
• Si la farra del fin de semana estuvo buenaza, duerme plácida y cómodamente en tu camita, pero no sobre el escritorio del salón de clases.
• El uso y presentación de tu credencial de estudiante es indispensable para ingresar a ciertas dependencias, la biblioteca, por ejemplo. No impongas ni tu nombre ni el de tu papá. Las normas hay que cumplirlas.
• Recuerda que el saludo es la primera manifestación de cortesía.
• Decir “gracias” en el momento adecuado te permitirá establecer mejores relaciones. Esto no solo es signo de amabilidad, sino de educación.
• Algunas universidades tienen buses que facilitan el transporte de sus estudiantes. Observa el mismo nivel de respeto y consideración con el señor conductor.
• Si hay que compartir la mesa, a la hora de comer, cuida tus modales, pero “no critiques, ni condenes, ni te quejes”, como decía Dale Carnegie.
Que tu buena conducta y tus nobles ideales te lleven a priorizar los valores humanos. Te garantizo que ya tienes ganada una vida armoniosa y enriquecida. ¡Buen viaje! (O)
