Viviendo en condominio

Por Mariquita Noboa
03 de Noviembre de 2013

La modernidad nos hizo saber que la vida en condominios conlleva muchas ventajas. En este marco, todos soñamos con tener buenos vecinos, al tiempo que quisiéramos ser considerados, también, como buenos vecinos.

No importa si el condominio tiene 18 pisos o 108 villas, lo que interesa saber es ¿cómo podemos ser buenos vecinos?

Lo básico, lo elemental, es el saludo. Por lo tanto, un poco de cordialidad, aun con las personas que no se muestren tan amables, en la escalera, en el ascensor, garaje o en la vereda, siempre será bueno para construir una relación armoniosa.

Estamos obligados a cuidar de los desechos. La recolección de basura, que ahora tiene horas y días establecidos, debe ser respetada. No altere este buen procedimiento, es una regla que nos permite vivir mejor.

Si en la ciudadela o condominio se ha establecido la sana costumbre de dividir los desperdicios, esto es, tachos para papel, para plásticos, vidrio y orgánicos, contribuya con esta buena práctica. Las nuevas generaciones y el planeta lo agradecerán.

Si está buscando un edificio de propiedad horizontal para vivir, infórmese primero si está permitido tener mascotas. Conozco el caso de una familia cuyo pitbull subía en el ascensor y entraba “como Pedro en su casa” al departamento de los vecinos, causando el consiguiente pánico.

Si pasea por el vecindario a su mascota, lleve una funda plástica. Los desechos orgánicos de su bello peludo no tienen por qué quedar como mal recuerdo en el jardín o vereda de su vecino.

Se recomienda no arrastrar muebles, ni permitir que los niños corran ni jueguen pelota en la sala de su casa; si su piso es de madera está causando molestias a los vecinos que viven abajo.

En aras del buen vivir, si va a dar una sonada fiesta, con disc jockey y grandes parlantes, comunique a sus vecinos. O mejor aún, invítelos aunque no asistan.

Aunque recordemos la graciosa serie El Chavo del Ocho, cuando “la Bruja del 71 pedía una tacita de azúcar”, le garantizo que en la vida real deja de tener el tono simpático que arrancaba sonrisas. Es verdad que se puede recurrir al vecino en una necesidad, pero que no sea frecuente.

Las áreas comunes, como expresa el término, son comunes, son de todos los condóminos. No pueden ser alteradas por decisión unilateral. La Ley de Propiedad Horizontal así lo contempla.

El mayor inconveniente que causa un vecino en un condominio es no pagar cumplidamente sus alícuotas. Evite que lo miren con malos ojos.

mtnoboa@hotmail.com

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