Colegiales ‘hacheros’

16 de Febrero de 2014
  • Algunos padres no saben que sus hijos pueden comprar “H” con el dinero que les dan para el lunch.
  • Por ganar dinero, jóvenes de entre 14 y 17 años hacen entrar al circuito de consumo de drogas a compañeros de su misma edad.
Liliana Anchundia

Algunos padres no saben que sus hijos pueden comprar “H” con el dinero que les dan para el lunch.

“Era poco conocida hasta hace un par de años, hoy la droga ‘H’ invade las escuelas y colegios de nuestros hijos, de todos los estratos sociales”. Esta afirmación que realiza la Dra. Julieta Sagnay Vera, directora de la Clínica de la Conducta, se refleja en notas de prensa como la que sigue: “Al menos 20 funditas con heroína (‘H’ como se conoce popularmente a la mezcla de heroína y base de cocaína), con sorbetes incluidos, lista para ser inhalada, fueron decomisadas por miembros de la Dinapen en un operativo realizado en un colegio de Guayaquil. Luego de la redada, los policías impartieron charlas de concienciación”. 2 de agosto del 2013, diario El Telégrafo.

Sagnay agrega que en las aulas, el bullyng ya no se trata solo del acoso a un estudiante porque tiene sobrepeso o porque luce diferente, sino sobre aquel alumno que “no está a la moda del consumo” y se resiste a pertenecer al grupo de los llamados “hacheros”.

Efectos de la “H”

La heroína es un producto semisintético derivado de la morfina. No se utiliza con fines médicos, por lo que solo se encuentra en el mercado ilegal. Existen dos tipos: la blanca y la marrón, esta última es de mayor toxicidad.

En una primera etapa –denominada en el argot como “luna de miel”–, tras la administración de esta droga hay un flash, una sensación de placer intensa, y a los pocos segundos se presenta un estado de sedación total y cierta euforia, que dura de dos a tres horas, y va desapareciendo de forma progresiva.

A nivel físico produce sequedad de la boca, disminución del tamaño de las pupilas, constipación intestinal y enlentecimiento del ritmo respiratorio, por lo que una dosis alta puede causar la muerte.

Los efectos a largo plazo dependerán de la vía de administración –inhalada, fumada o inyectada–, de la cantidad consumida y la tolerancia y dependencia desarrollada. Produce alteraciones de la nutrición, alteraciones cardiovasculares y de la sangre –entre otros efectos aparece la anemia–; alteraciones psicológicas, como apatía, depresión, egocentrismo; y alteraciones del sistema nervioso, con trastornos de atención, de memoria e insomnio.

Durante una consulta, narra Sagnay, un joven de 15 años le pide a su madre que lo encierre en el cuarto y no lo deje ir al colegio para no tener la tentación de consumir. Otra madre, llorando, le explica que su hijo le pide que lo encadene a la cama para no salir corriendo a buscar la droga.

A inicios de la presente semana, una breve nota de EL UNIVERSO informaba que un adolescente de 15 años murió después de padecer los síntomas de la abstinencia al no consumir heroína, a la que era adicto desde los 13, según su madre.

Ese periodo de abstinencia se conoce como “la mona”. Algunos jóvenes en su intento por dejar la heroína comienzan a sudar, les duelen los huesos, tienen vómitos, diarreas.

“Ellos describen este síndrome como algo fatal, sienten que ‘la piel se arranca de los huesos’”, explica Sagnay, quien ha atendido a menores con estos síntomas, y cuyos padres no advierten lo que está ocurriendo con sus hijos, creen que solo es una infección abdominal mientras ellos, en cambio, intentan curarse a su manera “con un nuevo pase”, haciendo que los síntomas desaparezcan como por arte de magia, sin imaginar que lo que realmente están logrando es aumentar su nivel de dependencia.

Drogas de diseño y auditivas

Cualquier sustancia tóxica que ingresa al organismo y produce adicción desata una serie de problemas tanto a nivel familiar, social, económico como físico, y sobre todo psicológico, ya que destruye la capacidad de autocontrol del sujeto, exponiéndolo a la muerte o a una degradación progresiva.

La Psic. Cl. Azucena Dillon Arias refiere que en la actualidad existe un empuje creciente de las drogas de diseño. Con nombres variados como “especia”, “miau-miau” o “sales de baño”, estas sustancias nuevas hacen creer a los jóvenes “que se entregan a un placer sin riesgo”. Según los expertos, pueden llegar a ser más nocivas que las “drogas tradicionales”, además, las pueden adquirir a través de internet con apariencia de legalidad.

Otras formas son las llamadas drogas auditivas. I-Doser es un software que emite sonidos en ondas binaurales que se sincronizan con las ondas cerebrales, provocando estados alterados de la conciencia, tales como los de las drogas.

Así como los padres desconocen que en las fiestas rave o electrónicas predomina el consumo de ácidos, ketamina, hongos, éxtasis, etcétera, así la mayoría de adolescentes ignora los síntomas de la conducta y la personalidad adictiva.

Una droga letal es la metanfetamina, también conocida como meth o cristal meth. “Se diseñó para engañar al cerebro; puede mantenerte despierto, hacer que dejes de comer y hacerte sentir valiente”, refiere el documental de NatGeo, La droga más peligrosa del mundo, que se encuentra colgado en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=i8vkrAww_eY

Con la meth, “lo primero que se te va es la mente; empiezas a hablar de cosas que no son reales, que crees ver y oír; pierdes el control”, señala un adicto en recuperación.

Riesgo y protección

Nadia Donadonibus, doctora en Psicología clínica y experta en adicciones, quien dirige la Fundación Ser Humano, sostiene que muchos chicos que han caído en adicciones viven en un mundo egoísta; no solo se vuelven vendedores de droga para obtener la dosis, sino para ganar dinero: “Hemos encontrado jóvenes de 14 a 17 años que han llegado después de cuatro o cinco años de consumo y de venta de droga, de hacer entrar en el circuito de la droga a otros compañeros de su edad por un discurso de ganancia; eso no tiene que ver con la necesidad, sino con falta de ideales, con ignorar el valor de la vida. Tiene que ver más con el ‘tener’ que con el ‘ser’”.

Señala que una personalidad insegura, con baja autoestima y baja tolerancia a la frustración, con falta de metas precisas, con crisis de valores, así como el “modelo social”, la “cultura de un país”, la facilidad de acceder a sustancias psicoactivas y los “conflictos familiares” son los principales factores de riesgo para caer en adicciones.

Siempre va a haber amigos buenos y malos, la vida es así; los malos te van a llevar a las drogas.  Si andas con estos últimos, trata de separarte de ellos.
19 años (joven en recuperación, cuya identidad protegemos).

Pero también están, sostiene la experta, los “factores de protección”, a los que tiene que estar muy atenta una sociedad para actuar en prevención. Porque cualquier persona puede deprimirse o experimentar una crisis existencial, pero si están activados los factores de protección, va a tener mayores posibilidades de no caer en adicciones, o de ser ayudada si el consumo está en una fase inicial. Esos factores de protección son: la familia, el barrio, la municipalidad, las instituciones educativas y otras que regenta el gobierno. Y los padres deben exigir que las instituciones educativas se conviertan en un factor de protección.

La heroína es altamente destructiva y produce efectos de microcriminalidad, de pérdida de control. “Bajo sus efectos, alguien que roba puede también disparar y matar”, dice Donadonibus. Por eso ha planteado, ante autoridades educativas, actuar a nivel de colegios, con un programa integral que prepare a los profesores, para que puedan implementar dentro de la clase actividades que permitan la capacidad de resiliencia (no pasar una conducta problema cuando hay muchas probabilidad de que esto ocurra); desarrollar la inteligencia emocional y otras habilidades que preparen al alumno orientándolo hacia un proyecto de vida, haciéndoles reflexionar: ¿qué estás comiendo, a qué hora te vas a dormir, cuántas horas pasas delante de la computadora? En paralelo está dirigido a los padres, para que comprendan la gravedad del problema y tomen acciones correctivas, pues muchos no saben cómo ponerles límites a sus hijos.

Todo lo que parezca urgente se puede delegar, pero de lo importante hay que encargarse en persona. Y los hijos son lo importante en nuestra vida”.
Dra. Nadia Donadonibus.

 

Testimonio (identidad protegida)

Tengo 17 años y estoy en rehabilitación
La primera vez que probé heroína fue a los 14 años, por curiosidad. En el transcurso de los años consumí otras drogas ocasionalmente. Me deprimía con facilidad, pero el consumo de drogas profundizó mi depresión al punto que dejé de querer un futuro; no quise estudiar más y comencé a consumir heroína en grandes cantidades.

Para conseguir las dosis debía ir al Guasmo, era peligroso y me daba mucho miedo de que me raptaran, asaltaran, asesinaran...

Últimamente (semanas atrás) se hizo complicado conseguirla, ya que cada vez hay más y más “presos” de esta sustancia. Desde niños de 8 años hasta adultos. Los precios cada vez suben más, las adicciones también; es muy triste ver a niños quitándose la vida sin ni siquiera haberla comenzado.

Consumía con gente de mi edad, en las mismas circunstancias, algunos mayores, pero poco a poco veía cómo cada uno moría. Cada día que pasaba era un “qué bien verte un día más” y cada noche era un “adiós”, porque no sabíamos si esa noche sobreviviríamos.

Depender de algo es fracasar. Estuve al borde de la muerte muchas veces. Pero en toda caída me puedo levantar. Me siento feliz y motivada de estar rehabilitándome, me he dado cuenta de muchas cosas que con drogas no veía.

Las drogas no son necesarias para “ganar” experiencia; en vez de hacerte crecer te hunden más. No dejes que la curiosidad te mate; las drogas no son para vivir, son para morir.

Con lo lindo que es estar vivo, no elijas morir. Si te sientes vacío, recuerda que siempre hay algo por qué seguir, solo tienes que encontrarlo, en ti; no seas como yo, no esperes a estar como zombi a punto de morir para empezar a vivir.

Encuesta nacional 2012

Uso de drogas y estudiantes
En el resumen ejecutivo del informe sobre la ‘Cuarta encuesta nacional sobre uso de drogas realizada a estudiantes, mujeres y hombres, de 12 a 17 años de edad’ consta: “Las drogas y sus usos adquieren cada vez más relevancia en los discursos y en las prácticas sociales. Ya no es algo que pertenece a la clandestinidad, como acontecía hasta hace relativamente poco tiempo. En la actualidad, el tema es públicamente tratado aunque de él no siempre se hable de manera formal ni adecuada en el colegio”.

La encuesta fue realizada por el Consep, a través del Observatorio Nacional de Drogas.

El 21% de estudiantes encuestados asegura que algún familiar usa drogas. Ello daría cuenta de la proximidad de la droga y de cierta legitimidad del uso, tal como suele acontecer con el tema del uso del alcohol.

www.consep.gob.ec/descargas/Resumen_Ejecutivo_4ta_ENCUESTA_A_ESTUDIANTES_2012_2.pdf

Contactos:
Dra. Julieta Sagnay, 099-120-0405; clinicadelaconducta@gmail.com
Psic. Cl. Azucena Dillon Arias: 098-969-3400; dillonazucena@hotmail.com
Dra. Nadia Donadonibus: 099-721-7831; donado@gye.satnet.net

Lea la próxima semana: La enfermedad de las adicciones.

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