Dientes que rechinan

El bruxismo puede producir dolor en el rostro, la dentadura, los oídos y la cabeza, además de fatiga por la mala calidad del sueño.

Por mucho tiempo, la condición médica conocida como bruxismo se vio asociada a la parasitosis. Se creía que escuchar a los niños rechinando los dientes durante la noche significaba que había llegado la hora de desparasitarlos.

Sin embargo, el remedio no tenía éxito, y el bruxismo continuaba. Esta asociación ha perdido fuerza, explica la doctora Verónica Idrovo Alvarado, pediatra del Hospital de Niños Roberto Gilbert, pues ahora se sabe que el molesto síntoma se puede producir por múltiples factores.

Se trata de un movimiento masticatorio repetitivo, que puede producirse durante el día, pero es más común que se reporte en la noche. Puede alterar la calidad del sueño de los niños y causar dolores en la articulación temporomaxilar, dolores de cabeza, alta sensibilidad y desgaste en los dientes. El niño, al no tener un descanso adecuado, tiene una productividad menor al día siguiente.

Factores

Se han postulado varias causas de riesgo:

1. Dificultades al dormir por otras enfermedades, como la rinitis alérgica.

2. El tipo de personalidad del pequeño.

3. Los niveles de ansiedad en el niño.

4. Ciertas medicaciones de uso no común.

Algo frecuente, expone Idrovo: al ingresar al preescolar el niño se ve afectado por una materia, un profesor o un compañero que le provoca ansiedad, y esto se revela en el sueño. Actuar directamente con el núcleo familiar y con la escuela ayuda a reducir la ansiedad y a devolver la tranquilidad al niño. Los mejores resultados se ven con la psicoterapia conductual, y al proteger la dentadura con placas para evitar el desgaste. La medicación no produce efectos notables.

En el caso de que se trate de una alergia, se utilizará antialérgicos, estabilizadores o chisguetes de corticoides nasales. Este tratamiento, enfatiza Idrovo, es continuo. No es como un analgésico de efecto inmediato, sino un proceso que puede durar meses y que debe ser conducido por un alergólogo pediatra. También es necesario aislar al niño del agente que produce la alergia.