Identidad y sabor con tono rosa
La Casa Rosada de Manta reivindica la arquitectura de un edificio patrimonial abandonado por 35 años. Hoy es un complejo de restaurantes.
Fue como recuperar sus memorias de la niñez. “No sabía qué haría con el edificio, lo único que tenía claro es que deseaba comprarlo para recuperar su brillo, su historia, su presencia en este sector tan emblemático de Manta”, indica Lucía Fernández de
DeGenna sobre la hermosa estructura de la llamada Casa Rosada, ubicada en pleno centro de Manta, junto al parque de la Madre y frente al mar.
De pequeña, ella vivía a una cuadra de esa imponente estructura construida entre 1918 y 1923 por arquitectos franceses, y que acogió por primera vez la oficina del ayuntamiento local, cuando Manta fue elevada a cantón el 29 de septiembre de 1922. Allí también funcionaron la biblioteca, la comisaría y el dispensario médico de la ciudad.
El edificio está cargado de una historia desarrollada junto al susurro del mar. “Este edificio es parte de la historia de Manta”, dice Lucía. Por eso cuando se enteró de que sería derribado, se propuso adquirirlo para rescatar lo que representa. Así lo hizo en el 2009, sin saber para qué lo dedicaría. “Podía convertirse en museo o en un hotel boutique”. Pero sin saberlo, esa estructura le permitía ingresar a una nueva etapa en su vida: la gastronomía.
Puro sabor manabita
Lucía Fernández de DeGenna es una destacada empresaria de la industria atunera y presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de Manabí. Conocida como la Dama del Atún, ella ingresó al negocio de la pesca industrial cuando se casó con Mario DeGenna Arteaga, fallecido en abril del 2014, con quien procreó tres hijos varones y una mujer.
Ahora dice sentirse feliz dedicada mayormente como líder de los restaurantes que operan en este inmueble que requirió 42 meses de trabajo en reconstrucción y remodelaciones, y que ahora brilla con luces DMX de tono rosado, evocando el nombre tradicional del edificio.
¿Qué pensó cuando el terremoto del 16 de abril de 2016 la sorprendió en medio de esos trabajos? “Sentí que debíamos apurarnos. Manta necesitaba más que nunca obras así. Es un patrimonio que refuerza nuestra autoestima”. Por eso supervisó muy de cerca las obras, que lograron reconstruir el inmueble con una estructura interior de metal, pero exhibiendo su bella arquitectura. “La madera que pudimos rescatar del edificio original fue utilizada para construir mesas y paredes decorativas”, explica.
La inauguración tuvo lugar el jueves 19 de octubre como un homenaje a los 95 años de cantonización de Manta. Y una semana después inició su operación regular para brindar especialidades criollas como seco de chivo, cazuelas o arroz con menestra, hasta platos gourmet a base de mariscos, pescados y carnes.
“Deseo que cada plato sea de altísima calidad”, comenta con orgullo, dejando claro que la carta presenta un ingrediente que se repite en cada receta: la tradición. “Dediqué mucho tiempo a recorrer la campiña para conocer sitios que conservan la verdadera sazón manabita, para aprender cómo preparan el caldo de bolas, el corviche, los secos”, indica esta empresaria que siempre ha tenido una preferencia personal por la cocina. ¿Su plato preferido? Varios, dice, pero disfruta particularmente de preparar lomo de atún hornado con salsa de maní, maduro y camote.
Por ello, aunque tiene un chef ejecutivo, ella gusta de supervisar personalmente los guisos que se preparan en la cocina. “Mis hijos se encargan de los negocios de la familia (grupo Degfer), lo cual me permite pasar mucho tiempo en la Casa Rosada. Esta es mi nueva ocupación”, dice con satisfacción, por lo que a menudo se la observa saliendo de la cocina para recorrer los diversos espacios de este edificio inteligente, que tiene capacidad para atender a 350 personas, en un área de construcción de más de 200 metros cuadrados.
Escoja su estilo
Casa Rosada Restaurante Lounge está dividida en cuatro áreas: en la planta baja funciona Café Toquilla, dedicada a los desayunos, postres y platos típicos con sazón criolla. En el primer piso alto operan pequeños salones dedicados a reuniones corporativas para una docena de personas. “Tienen la mejor tecnología”, indica.
El segundo piso alto está dedicado al restaurante gourmet La Casona, que abrirá sus puertas a finales de noviembre exhibiendo una admirable decoración estilo europea. Y el piso superior es para La Terraza, espacio para disfrutar de bebidas, cocteles, cebiches y piqueos en las horas de la tarde y noche, siempre con una vista hermosa del mar.
Desde la terraza también se contempla el parque de la Madre, tradicional espacio para el recreo de las familias, que también luce regenerado gracias a la inversión de Lucía y el grupo Degfer.
“Queremos que toda la zona recupere su esplendor original, para que diariamente siga atrayendo a los visitantes y a los propios habitantes, para exaltar la historia de Manta, su arquitectura, sus platos criollos”. Y también –dice– porque su querida ciudad se lo merece.
Contacto: (05) 238-9026 al 28. Abre de 08:00 a 23:00. La Terraza hasta las 00:00, pero viernes y sábado hasta las 03:00.