La ‘chef’ de la Selección
La ibarreña Consuelo Gonzalón Villalba es tan querida por nuestros mundialistas que la han rebautizado como ‘madrina’, ‘tía’ y ‘madrecita’. ¿La razón? Ella ha sabido conquistarlos a través del paladar.
Los ecuatorianos aficionados al fútbol debaten a menudo sobre los jugadores que el profe Reinaldo Rueda escogerá para competir en el Mundial de Brasil 2014. Y aunque aún hay algunas dudas sobre los futbolistas que finalmente integrarán la plantilla definitiva, existe una mujer que desde ya está convocada como parte del equipo tricolor.
Ella se llama Consuelo Gonzalón, quien aunque no tiene la velocidad de Antonio Valencia, ni la potencia de Felipe Caicedo, ni la agilidad de Jefferson Montero, su gran virtud es que cada pimiento, pollo, plátano verde, pescado, camarón, ajo, pedazo de carne y partícula de avena que llega a sus manos puede transformarse dentro de la olla en la energía que marca los goles y defiende nuestro arco para ganar los partidos de Ecuador.
Aunque tales alimentos también logran “gambetas” inesperadas de nuestros futbolistas cuando se concentran en la Casa de la Selección (Quito), antes de un partido importante.
“Mis chiquitos (jugadores) hacen travesuras. A veces llego a la cocina en la mañana para encontrar que está sucia, porque algunos se levantaron de noche con hambre y se prepararon unos patacones, encocados o huevos”, eso a pesar de que ella trata de consentirlos con sus caprichitos culinarios nocturnos.
“Uno de ellos siempre me pide que le prepare un perico (revoltillo de huevos) para acompañar a la merienda. Otros quieren un bolón o un tigrillo. Todo esto aparte de la comida. Trato de complacerlos cada vez que puedo, porque la dieta que llevan tiene sus restricciones”, indica esta profesional autodidacta, rodeada del inmaculado mundo de su cocina.
Doña Consuelo lleva tres años a cargo de ese recinto gastronómico que de seguro colaboró para que nuestros bien nutridos jugadores logren los puntos necesarios para clasificar al Mundial de Brasil 2014, ya que ella también los acompañó con su sazón en los viajes en que Ecuador jugó de visitante en los diversos países de Sudamérica.
Por ello, su pasaporte tiene tantos sellos como muchos de los jugadores, a quienes dice querer por igual. “Con ellos conversamos, nos reímos y hasta hemos llorado de emoción cuando Ecuador clasificó al Mundial. Imagínese, yo creo que a veces sufro más que ellos… Muchos de ellos suelen visitarme en la cocina para ver qué estoy haciendo y se ponen a bailar conmigo, porque siempre cocino con música”.
Así que resulta común que la rítmica salsa de Marc Anthony acompañe con alegría a la salsa de cebolla, y que el merengue de Juan Luis Guerra cubra algún dulcito que ella les cocina como postre.
Sus años “formativos”
Doña Consuelo Gonzalón salió de su natal Ibarra hace once años. “En mi familia todos cocinan. Es hereditario. Así que cuando llegué a Quito trabajé en una casa de familia (5 años) y restaurantes para mantener a mis cuatro hijos”, explica esta madre soltera que recibió la mejor oferta de trabajo de su vida hace tres años, cuando laboraba en un negocio de comida rápida preparando hamburguesas, pizzas, papas fritas…
“Un amigo (Juan Méndez, primo de Édison Méndez y empleado de la Selección) me comentó que necesitaban una persona que les cocine a los jugadores. Pero tuve que pasar una prueba: preparar una cena especial ofrecida a unos invitados de la FIFA. Estaba muy nerviosa y les cociné un arroz turco con tres tipos de carnes. Les encantó y me contrataron”, señala Consuelo, quien tiene como asistentes a Lisseth Méndez, sobrina de Édison; Javier Campos, primo de Jayro, y Andrés Ortega.
Ellos son el equipo que tiene a Consuelo como gran capitana para complacer, por ejemplo, a Gabriel Achilier cuando pidió cazuela de mariscos para celebrar haberle ganado a Paraguay, o a Jefferson Montero cuando añora el seco de gallina con aguacate que solía hacerle su mamá en Babahoyo. Aunque ya no puede preparar el apetecido encocado de guanta que le encanta a Antonio Valencia, ya que está prohibida la captura de ese animal amazónico.
“Siempre tratamos de preparar comida sana, fresca, que les siente bien a los jugadores, para que se sientan como en casa”, comenta aceptando que desde la cocina ella reemplaza la amorosa sazón de las madres y esposas de los deportistas.
“Mis niños de Esmeraldas me piden encocados, mis chiquitos de la Costa quieren encebollados, cebiches… y así trato de complacerlos”, sin embargo, ella aclara que siempre con el consentimiento del médico de la selección, Patricio Maldonado, quien dictamina la dieta de los jugadores.
Pero tal dieta puede tener un ligero descanso cuando ocurren hechos especialmente felices, como para celebrar haber ganado partidos importantes, como aquellos que ahora permiten que Ecuador prepare el viaje para participar en el Mundial de Brasil 2014.
Para ese torneo llevarán productos infaltables, como el verde y los aliños. “Ni la sal es la misma en otros países. Hasta llevamos el agua para tomar, porque en otras partes sabe distinto”, explica.
También empacará su fe para pedirle a San Marcos y a la Virgen del Quinche que protejan a sus queridos “niños”, a los jugadores de la selección nacional, en cada partido que enfrentan defendiendo los colores de nuestro país. Y para ello, Consuelo hará su parte: cocinar sus platillos utilizando como ingrediente principal el amor.
Con ellos (los jugadores) conversamos, nos reímos y hasta hemos llorado de emoción cuando Ecuador clasificó al Mundial. Imagínese, yo creo que a veces sufro más que ellos…”, Consuelo Gonzalón, jefa de cocina, Casa de la Selección.