Protéjase del ciberdespecho
Kaspersky Lab, socio estratégico de GMS, brinda algunas recomendaciones para evitar ser víctimas del ciberdespecho y proteger la vida digital de las personas. Se conoce así al hecho de que una persona al terminar una relación envíe información como fotos o videos privados de su expareja y los exponga en la red.
Internet como arma de revancha Se han reportado casos de cibervenganza pornográfica desde Brasil a EE.UU, y hasta Japón. Las fotos y/o videos íntimos y datos personales de las personas agraviadas son expuestos por sus exparejas sin su consentimiento o conocimiento en páginas en las que se ofrecen servicios sexuales, o en perfiles falsos en redes sociales.
En otros casos la información es enviada mediante el mismo correo de la víctima o su perfil de red social a todos sus contactos debido a que el atacante posee sus contraseñas. No existen cifras exactas de estos delitos, pero las denuncias se han incrementado, debido al daño psicológico y moral que causan a sus víctimas. “Desafortunadamente, el avance de la tecnología y la cultura de ‘compartir demás’ es una combinación que facilita la propagación de este tipo de cibercrimen”, acota Dmitry Bestuzhev, de Kaspersky Lab.
No compartir las contraseñas: Para muchas personas, esto es sinónimo de confianza. Pero se debe recordar que las relaciones también terminan y el que una expareja tenga acceso al perfil de Facebook, mensajes privados y fotos puede resultar muy peligroso.
Habilitar la autenticación de doble factor para el acceso a cuenta en redes sociales: Esta función añade una capa adicional de seguridad al proceso de acceso a la cuenta, al pedir al usuario que aporte dos formas de autentificarse. La primera –en general– es la contraseña. El segundo factor puede consistir de un código recibido por SMS o email.
No tomarse o enviar fotos comprometedoras: La reputación de las personas no solo existe en el boca a boca, sino también en la red, y esta última tiene un alcance mucho mayor y con ello va para todo el mundo. Utilizar el sentido común y no tomarse o compartir fotos o videos que puedan terminar perjudicando es la clave. Si se desea compartir este material hágalo mediante servicios de mensajería que encripten datos para no permitir el reenvío a otras personas, se debe bloquear las capturas de pantalla (a menos que la persona que lo haya enviado sea avisada del hecho) o permitan la destrucción de los mensajes.
Revisar permanentemente la configuración de privacidad en redes sociales: Se debe decidir frecuentemente quién puede tener acceso y quién no a las fotos personales.
No vincular el dispositivo móvil con equipos de su pareja: Si se lo hace, aún habiendo terminado la relación, él/ella podrá tener acceso a las fotografías y hacer uso de ellas sin el consentimiento del propietario. Para los padres es importante monitorear las actividades de los menores de edad. Las jovencitas tienden a ser las víctimas más comunes de la “pornovenganza” y muchas veces por vergüenza o temor a lo que sus padres puedan pensar de ellas, ocultan lo que les está pasando. (I)