Los routers y su rapidez
Si se toma al pie de la letra lo que ponen las cajas de los routers wifi, en casa jamás debería haber demora o atascos en la descarga o carga de datos, con cifras como 400, 600, 800 megabits por segundo (Mbit/s) o incluso superiores a 1 gigabit por segundo. Pero la realidad es otra, porque sobre todo con el wifi en la práctica las velocidades varían mucho respecto de lo que dicen los fabricantes.
Para todos los aparatos conectados a la red del router vía inalámbrica hay un solo canal de transmisión, aquel que se haya seleccionado. “Por eso, el protocolo de transmisión WLAN prevé una serie de pausas de emisión a las que todos tienen que estar atentos y acordar quién será el siguiente”, dice Ernst Ahlers, de la revista c’t. añade. Y en esas pausas no fluyen datos. “Pero a pesar de todo los paquetes de datos inalámbricos se transmiten a la máxima velocidad cuando la conexión es buena”.
Algunos routers con bandas de 2,4 y 5 gigahercios (Ghz), a veces también 60 GHz, utilizan varias a la vez, la llamada Dual Band simultánea. En la publicidad, a menudo se suman los paquetes de datos máximos. “Por ejemplo, de 300 Mbit/s brutos en 2,4 GHz y 867 Mbit/s brutos en 5 GHz se pasa a 1.167 o, redondeando, a 1.200 Mbit/s”, señala Ahlers. Un valor muy teórico.
En general, una regla que suele servir es estimar que la relación entre rendimiento bruto y neto en el WLAN será de un 50 por ciento. Es decir que las promesas de los fabricantes no son totalmente falsas, pero tampoco reales.
Existe tecnología como MIMO (Multiple Input Multiple Output) que busca imprimir velocidad a la red, y para ello utiliza varias antenas que envían flujos de datos en paralelo. Por ejemplo, si a través de un router MIMO con tres antenas se envía un video muy pesado, la forma óptima es que cada unidad transmita un tercio del archivo. Con el estándar wifi 802.11n, esto equivale en teoría a 150 Mbit/s, en el nuevo 802.11ac a 433 Mbit/s. En teoría.
En la práctica, la función se ve afectada por muchos otros factores y por tanto también la velocidad del flujo de datos: redes de los vecinos, paredes o techos de hormigón o una mala posición del router. Todo esto puede ralentizar la red. Y no todos los dispositivos dominan la tecnología de transmisión más moderna.
“No sirve de nada cuando un router tiene una banda de 5 GHz que puede llegar a los 867 Mbit/s bruto, pero los dispositivos conectados solamente transmiten por la de 2,4 GHz, que alcanza un máximo de 300 Mbit/s”, indica Ahlers.
Y otra cosa que no hay que olvidar: las velocidades de transmisión se refieren siempre al intercambio dentro de la red local. Si los datos se cargan directamente desde internet, la velocidad máxima del wifi no tiene ningún efecto, se irá tan rápido o tan lento como sea la conexión.
Para tener velocidad use un cable LAN que conecte el router con el dispositivo, por ejemplo, usando los puertos Gigabit Ethernet de la notebook. Así se garantizan 1.000 Mbit/s, en el peor de los casos, incluso unos 100 Mbit/s. (I)