¿Qué es el 5G?
La cuarta generación de tecnología de telefonía móvil, 4G o LTE, apenas parece haberse impuesto masivamente cuando ya todo gira en torno al 5G, sobre todo en el Mobile World Congress en Barcelona.
Primeramente con su enorme capacidad de transmisión, que en teoría puede llegar a los 10 gigabits por segundo (GBit/s), es decir, 10.000 megabits por segundo (Mbit/s). En las redes 4G actuales lo normal es que se alcance en teoría un máximo de 300 Mbit/s y muchos usuarios de smartphones navegan con tarifas de un máximo de 50 Mbit/s. Sin embargo, no se deberían tener expectativas exageradas sobre las tasas de transmisión 5G, al menos al inicio. “Los 10 GBit/s llegarán”, dice Slamowir Stanczak, del Instituto Fraunhofer de Telecomunicaciones, que muestra en la feria sus investigaciones y desarrollos del 5G. “Pero no en todas partes y para todos”. Las tasas logradas en una célula de radioemisión tienen que repartirse entre todos los usuarios que la utilizan, explica.
Para muchas de las aplicaciones de la nueva tecnología es más importante otra característica del 5G: que reducirá la latencia (velocidad de transmisión) a un milisegundo o incluso menos. Se trata, por tanto, de unas velocidades ínfimas de reacción ya no perceptibles por el ser humano. “Los proveedores de red hacen su negocio en la actualidad con altas tasas de transmisión”, señala Stanczak. “Pero la industria necesita bajas tasas de latencia, alta confiabilidad, elevada seguridad y alta disponibilidad”. Se espera que el 5G sea la solución que hará felices tanto a los consumidores que necesitan muchos datos como a las empresas.
“Será una ventaja inmensa para el Internet de las cosas”, dice Phil Twist, jefe de comunicaciones de la división de redes móviles de Nokia. “Ofrecen mil veces más capacidad para conectar”, señala Twist comparándolo con el 4G.
Y eso es necesario, porque no solo requieren el 5G innumerables wearables, sino también los automóviles, que deben poder comunicarse entre sí en tiempo real. Y también la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) serán móviles, por ejemplo, para servicios técnicos en los que el trabajador reciba los planos o instrucciones proyectados en unas gafas inteligentes.
¿Cómo se conseguirán técnicamente estas tasas de transmisión más alta y tiempos de reacción más breves? Hay que seguir tres direcciones de desarrollo: hay que aumentar drásticamente el número de antenas (MIMO o Multiple Input Multiple Output), de modo que llegue a haber incluso más antenas que usuarios en una célula. Y como el espectro de frecuencia actual entre los 0,8 y los 2,6 GHz ya está lleno, hay que usar frecuencias más elevadas para la transmisión de datos para tener más ancho de banda.
Y tercero, para que la reacción de las señales se produzca en milisegundos, hay que organizar además las redes móviles de manera más descentralizada, lo que significa que determinados datos de una célula radioemisora para determinadas aplicaciones no se envíen lejos, sino que sean filtrados o elaborados directamente en la estación base. 5G no llegará, sin embargo, de un día para otro, sino que se irá creando lentamente, porque el 4G no está aún completamente desarrollado. (DPA)